El Tenerife demostró ayer, sobre el mojado césped del Rodríguez López, que puede salvarse y está a la espera de lo que haga mañana en el campo del Levante el Rácing de Ferrol para avanzar un pasito más hacia la permanencia.
Jugó un gran primer tiempo el equipo de Cervera y el primer gol lo marcó, tras el saque de un córner, el defensa José León, de un certero cabezazo. Pudo conseguir algún que otro tanto en la primera mitad porque jugó francamente bien, dando sensación de equipo, con mucho corazón puesto en el juego y un excelente fútbol de ataque.
Está claro que ha sido un acierto el fichaje de este entrenador, que conoce la filosofía del equipo que viste de azul y blanco y también cómo es este club. Todas las líneas respondieron muy bien. Y lo más importante, hubo orden en ellas. No se descompuso nunca el equipo.
Nada más comenzar la segunda mitad, Enric Gallego, que luchó como un jabato durante todo el encuentro, a la salida de otro córner, peinó el balón burlando al portero del Albacete, el ex jugador de la U.D. Las Palmas, Raúl Lizoain.
Cuando todo parecía encarrilado llegaron las desgracias. Fue expulsado Waldo por dar una patada a un rival a la altura del muslo. El árbitro no advirtió nada, pero fue avisado por el VAR, consultó el video y decretó, justamente, la expulsión del carrilero local, dejando al Tete con diez jugadores.
El Albacete había acortado distancias, tras un penalti inocente de José León que rechazó Edgard Badía, pero el lanzador consiguió recoger el rechace y marcar. Más tarde, el Albacete estrelló un balón en la cruceta, que hizo enmudecer al Heliodoro.
Ya en el descuento, que fue de ocho minutos, Cantero lanzó un pase magnífico a Maikel Mesa, que estaba completamente solo en la parte izquierda de la grada de gol y, sin parar, conectó un tiro con la izquierda que se coló como un obús en la meta de Lizoain.
Un triunfo muy justo, jugando con diez futbolistas casi toda la segunda parte, echándole mucho corazón y con una actuación sobresaliente de varios jugadores, entre ellos el francés Mellot y el colombiano Marlos, que lo mismo atacaba que defendía y que fue, sin duda, el mejor jugador del partido.
No se movió el público de sus asientos hasta el último minuto de un encuentro muy bonito, con mucha calidad en el juego, sobre todo del Tenerife, que hacía algo así como año y medio que no marcaba tres goles en un partido del campeonato. Jugando de esa forma no va a descender, aunque la próxima cita será en el Martínez Valero, ante uno de los candidatos al ascenso, el Elche.