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El rey don Felipe, once años después de su acceso al trono, ha concedido los primeros títulos nobiliarios de su reinado.

Jaime Alfonsín, marqués de Alfonsín y grande de España.
A Jaime Alfonsín, el fiel abogado del Estado que primero fue jefe de la Casa del Príncipe y más tarde jefe de la Casa del Rey, con 30 años al servicio de la monarquía, le ha hecho Grande de España, con el título de Marqués de Alfonsín. Además, en su día le había concedido, cuando se jubiló, la Gran Cruz de Carlos III. Alfonsín, modelo de discreción y de eficacia, sigue acudiendo frecuentemente a La Zarzuela, porque ha sido nombrado asesor del rey, aunque ya ha dejado hace meses la jefatura de la Casa Real. Con este nombramiento se hace justicia a una persona reservada, inteligente, fiel al rey Felipe y un hombre que ha hecho de la discreción su profesión. Un sabio a la hora de aconsejar al príncipe y al rey.

En el nombramiento de Luz Casal como marquesa de Luz y Paz (un nombre realmente bonito el de este marquesado), que se concede con carácter hereditario, igual que el anterior, ha tenido mucho que ver la esposa del rey, Letizia Ortiz, amiga de Luz Casal y su cantante favorita. Es merecido también el nombramiento como marquesa de la cantante gallega, que ha interpretado magistralmente un amplio repertorio y que jamás ha dado un escándalo sino que ha sido sincera, patriota y elegante. A Rafa Nadal, nuestro deportista más internacional y ganador, el rey lo hace marqués de Llevant de Mallorca, como premio a su trayectoria deportiva, a su españolismo y a su cercanía con la Casa Real. Nadal ha paseado por el mundo la bandera de España, ha sido quizá el mejor jugador de tenis de todos los tiempos y ha sido también ilustre embajador de nuestro país en multitud de ocasiones.

Igualmente se concede el título con carácter hereditario. A Teresa Perales, la deportista paralímpica, el rey le concede el marquesado de Perales (hereditario) y a Cristina García Rodero, la gran fotógrafa española, el marquesado de Valle de Alcudia, igualmente hereditario. Y al médico e investigador zaragozano Claudio López Otín, el rey lo hace marqués del Castillo de Lerés, este título concedido con carácter vitalicio, es decir, no lo heredarán sus sucesores, pero él lo disfrutará hasta que muera.

Creo que no me olvido de ninguno, pero desde luego estos nuevos títulos nobiliarios son todos muy merecidos. Es la primera vez, no sé si lo dije antes, que el rey concede títulos nobiliarios. Su padre otorgó más de 50, exactamente 53, durante su reinado, algunos con Grandeza de España, que es la máxima dignidad dentro de los títulos nobiliarios. En España están reconocidos 2.672 títulos nobiliarios y 392 grandezas de España. Hay personas que ostentan más de un título. Sánchez ha retirado, en uso de la potestad del Gobierno, cinco títulos nobiliarios de los concedidos por don Juan Carlos, por su relación con el franquismo y en virtud de la absurda Ley de Memoria Histórica. Es posible que el nuevo Gobierno que surja de las urnas derogará esa ley, aunque vete tú a saber.

Cobra especial importancia el merecidísimo reconocimiento a Jaime Alfonsín, nuevo marqués de Alfonsín, por sus excepcionales servicios a la Corona, como ya he dicho antes. Se trata de un hombre que supo estar, que gobernó la Casa de Su Majestad el Rey con mucho acierto y al que no se le conoce ni un fallo en su cometido, desde que, siendo don Felipe muy joven, se le destinó por parte de don Juan Carlos a la jefatura de la Casa del Príncipe.
