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En el Hard Rock Stadium de Miami, el Real Madrid inició su andadura en el Mundial de Clubes 2025 con un empate (1‑1) frente al agresivo Al Hilal. Bajo las órdenes del debutante Xabi Alonso, los blancos ofrecieron una imagen de solidez, aunque quedaron con la sensación de no haber aprovechado su superioridad, al menos teórica. Un primer tiempo malo y una segunda parte mejor y un árbitro argentino llamado Facundo Tello, muy pero que muy malo, que se empeñó en que el Real Madrid no ganara.
La apertura del marcador llegó en el minuto 34, cuando un contragolpe muy bien hilado —orquestado por Trent Alexander‑Arnold, en su estreno— desembocó en el gol de Gonzalo García, que definió, con temple y en semifallo, tras recibir la asistencia de Rodrygo. ¿O fue de Vinicius? Tendré que revisarlo, porque sería la única pelota que tocó Vinicius en todo el encuentro, hasta que lo cambiaron. Era el premio injusto a un primer acto donde el Madrid no impuso del todo un dominio territorial.

Pero, apenas siete minutos más tarde, Rúben Neves igualaría, de penalti, fruto de una rigurosa falta cometida por Asensio sobre Marcos Leonardo, en el área. La decisión arbitral fue muy polémica: el ex árbitro español Iturralde González, vaya pájaro también en sus tiempos en activo, la calificó de “exagerada”, argumentando que el contacto no era suficiente para sancionar.
En la segunda mitad, el guion del partido sufrió grandes cambios. El Madrid buscó con insistencia el gol de la remontada, con momentos de brillantez ofensiva —Arda Güler, que jugó bien, estrelló un disparo en el larguero—, pero careció de puntería para romper la igualdad.
El gran momento llegó en los instantes finales: otro penalti, tras un golpe en la boca de Mohammed Al‑Qahtani sobre Fran García revisado por el VAR (el árbitro no lo pitó), ofreció a los blancos la oportunidad de ganar en el último instante, pero Federico Valverde disparó demasiado centrado y el ex sevillista Bono detuvo el lanzamiento, asegurando el empate para el Al Hilal.

La actuación de Bono fue clave en un duelo reñido, frustrando tanto el empate como la posible victoria del Madrid en dos o tres acciones cruciales. Por su parte, Xabi Alonso valoró el debut como “intenso”, remarcando que el equipo debe corregir errores para lo que viene.
El MVP se lo dieron a Gonzalo. Injusto, porque por ejemplo Huijsen, el nuevo central blanco, fue mejor. Y Bellingham sigue hecho un trapo. O espabila, o al banquillo. No jugó Mbappé, que se lesiona cuando hace mucho calor. Rodrygo hizo algo y Módric, que salió al final, fue ovacionado. Todavía podría hacer falta, sobre todo si el Madrid no ficha a Zubimendi o a otro similar.
En resumen, fue un duelo táctico y físico, marcado por la nueva era de Alonso, el talento emergente de Gonzalo García y el espectáculo de dos penaltis; uno fue gol y otro lo tiró Valverde a la manos de Bono. El empate deja al Real Madrid con algo de incertidumbre, pero también con margen para crecer en el torneo. Aunque lo dudo, con ese calor y esa humedad no puede haber jamás buen fútbol. Van a llegar a La Liga hechos un trapo. Ni de coña gana el Real Madrid este Mundial de Clubes.