El Bundestag, la cámara baja del Parlamento alemán, aprobó este viernes 21 de marzo de 2025 la liberación de 3,000 millones de euros adicionales en ayuda militar para Ucrania, un paso significativo en el apoyo continuo de Alemania a Kiev en medio de la guerra contra Rusia. Esta decisión, tomada en la última sesión legislativa antes de las elecciones anticipadas del 23 de febrero, se suma a los 4,000 millones ya presupuestados para 2025 y a un compromiso futuro de 8,252 millones entre 2026 y 2029, consolidando a Alemania como uno de los principales aliados europeos de Ucrania.
La medida llega tras meses de incertidumbre presupuestaria y disputas internas en la coalición saliente del canciller Olaf Scholz, quien había condicionado el aumento de fondos a una reforma fiscal que finalmente fue aprobada el martes pasado. Esta reforma constitucional permitió al gobierno desbloquear los recursos adicionales, que incluyen 2,547 millones de gasto directo para 2025 y otros fondos provenientes del Fondo Europeo para la Paz. El ministro de Finanzas, Joerg Kukies, informó al comité presupuestario que los requisitos para la autorización se habían cumplido, y se espera que el Bundesrat, la cámara alta, ratifique la decisión este mismo viernes.
Los fondos se destinarán a la adquisición de equipos militares clave, como sistemas de defensa aérea, tanques, drones y municiones, en un momento crítico para Ucrania, que enfrenta una intensificación de los ataques rusos y dudas sobre el respaldo futuro de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump. La aprobación refleja la presión creciente sobre los líderes europeos para reforzar su compromiso con Ucrania, especialmente tras la reciente visita del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, a Berlín, donde abogó por más apoyo militar.
A pesar del respaldo mayoritario en el Bundestag, la medida no estuvo exenta de controversia. Partidos como Alternativa para Alemania (AfD) cuestionaron el gasto, argumentando que debilita la economía nacional, mientras que algunos sectores de los Socialdemócratas (SPD) y los Verdes expresaron reservas sobre el impacto en otras partidas presupuestarias. Sin embargo, el consenso entre conservadores (CDU/CSU) y liberales (FDP) aseguró la aprobación, marcando un cierre simbólico para la legislatura de Scholz y un mensaje claro de continuidad en el apoyo a Ucrania desde la principal potencia económica de Europa.