El obispo Bernardo se emocionó ayer en Candelaria. Lo noté más delgado y muy desmejorado. Y la emoción me pareció excesiva, quizá porque será la última vez que participa en ese acto, la misa solemne del día de la Patrona, porque dejará de ser obispo titular en el mes de septiembre, si el papa Francisco acepta su renuncia obligatoria. Ya hay rumores en lo que respecta a su sustituto. Será, con casi toda probabilidad, el actual obispo auxiliar de Las Palmas, monseñor Cristóbal Déniz, nacido en 1969 en Valsequillo, Gran Canaria, y obispo auxiliar de Las Palmas desde 2022, un cargo creado recientemente; él ha sido su primer ocupante.
Parece que la Conferencia Episcopal tiene la intención de proponerlo al Vaticano como obispo nivariense desde que el papa acepte la renuncia de Bernardo Álvarez, actual titular, que cumple los 75 años, como digo la edad del retiro episcopal obligatorio. Bueno, pues ayer en Candelaria, el obispo Bernardo estuvo muy titubeante en su homilía y con mucha inseguridad, emocionado como digo. Es normal porque ha pasado por episodios de mala salud, ha soportado muchas críticas injustas durante su ejercicio episcopal y no ha sido capaz de llegar a la gente, aunque lo ha intentado. Tiene muchas virtudes también, por supuesto, y tuvo que sufrir, incluso, el incendio del edificio del Obispado, algo que le causó fuerte impacto pues se quedó sin unos calcetines que ponerse. Tuvo también el mérito de recabar y de conseguir los apoyos económicos para la restauración del edificio, que ha quedado muy bien; y ha modernizado una diócesis que se había quedado anclada en el tiempo. Es decir, que ha pasado por avatares muy desagradables desde que sustituyó al anterior obispo, Felipe Fernández, paz descanse.
Hablando de otra cosa, los memes en las redes son increíbles. Hemos capturado uno que habla de la fuga de Puigdemont y aquí lo tienen. No tiene desperdicio. En la prensa europea siguen hablando del desastre de las fuerzas de seguridad españolas, pero mejor que hablen del desastre del Gobierno que mandó a inhibirse en el tema a la Guardia Civil, a la Policía Nacional y al CNI. Al final, quien queda como el culo es España, pero, ¿a estos buitres leonados qué les importa España? Les importa más apoyar a Maduro, como hace el propio papa enviando un nuncio nuevo, en plena crisis electoral. La verdad, hay cosas que no entiendo, ya hacemos el análisis en El Volantín Trepador, que es el artículo de política de este periódico. Por cierto, me dice el letrado Jaime Díaz Fraga, articulista de este diario on line, que ha tenido mucho impacto en las redes su artículo sobre las dificultades de los venezolanos residentes en el mundo para obtener documentos oficiales, tanto por Internet como en los consulados. Cuando un país se pone en crisis, todo se generaliza. La propaganda de Maduro se ha esmerado en enviar a todo el mundo la foto de la entrega de las cartas credenciales del nuevo nuncio, como si fuera un reconocimiento a su Gobierno por parte del papa, que de hecho lo es. Estarán los funcionarios ocupados en distribuir esa foto y menos en atender a los venezolanos que andan por el mundo, más de ocho millones.
