Para seguir con sus mentiras, el Gobierno de España ha advertido a los doce millones de pensionistas que viven en España y fuera de España que en febrero podrían bajar sus pensiones. Ayer perdió dos votaciones en el Congreso y en La Moncloa estaban desolados.
Lo arreglará Sánchez, regalando palacetes en París o bonos de PDVSA, no tengan dudas, pero ayer, el PP, Vox y Junts tumbaron el llamado “decreto Ómnibus” del Gobierno, que incluía la subida de las pensiones, como tipo general en un 2,8%, las subvenciones al transporte de cercanías y el arreglo del caos de los desahucios, entre otras medidas.
Sánchez perdió la votación –él estaba en Davos (Suiza), creo, aunque tiene el don de la ubicuidad–, por los siete votos de Junts porque Puigdemont está harto de que le prometan cosas que Sánchez no puede cumplir, entre ellas su vuelta a España, amnistiado del delito de prevaricación. Puigdemont sigue siendo un delincuente. Y de lo otro, porque de lo otro también es prófugo, hasta que no se presente ante el juez.
Les llamo la atención de un video que publicamos al final de esta página sobre las declaraciones del ministro Napoleonchu –Albares, el de Exteriores— y el repaso que le da Carlos Herrera en la COPE. Ha dicho Napoleonchu que la mayor preocupación en este momento de su Ministerio de Exteriores no es Gibraltar, ni los aranceles de Trump, ni el caos en Europa, ni el nuevo orden mundial, ni la edad de oro americana, sino que la Unión Europea reconozca como uno de sus idiomas oficiales al dialecto –lo de dialecto lo digo yo– catalán.
Hay que ser tonto, no es por nada, pero con Napoleonchu puede pasar cualquier cosa en Exteriores. Hasta destinar a Venezuela al embajador que mandó; y hasta que Edmundo González Urrutia, presidente electo, fuera chantajeado por Delcy y su hermano en la propia Embajada de España, en presencia del embajador anterior a este que le impuso el ministro Urtasun.
En fin, no se crean nada. Las pensiones no bajarán en febrero, sino que se mantendrán las mismas que las de enero, que suben ligeramente. Es una amenaza más de Sánchez y de los suyos, que sólo culpan al PP de esta supuesta rebaja. Obviando que también votaron en contra del “decreto Ómnibus” Vox y Junts.
¿Ustedes escucharon a Sánchez en Davos? Fue patético, no es por nada. Ahora la ha tomado con los millonarios. No le gustan. Él quiere ser el centro del universo, que para eso tiene un Falcon y a Begoña. Él sí quiere ser millonario, pero no que lo sean Musk, Zuckenberg y Bezos.
