Una nueva controversia sacude al gobierno colombiano tras las declaraciones del excanciller Álvaro Leyva Durán, quien acusó públicamente al presidente Gustavo Petro de tener un problema de adicción a las drogas. En una carta abierta de cuatro páginas publicada este miércoles en su cuenta de X, Leyva relató episodios que, según él, evidencian esta situación y afectan la capacidad de Petro para gobernar, además de criticar el manejo del poder y la influencia de figuras cercanas al mandatario.
Leyva, quien fue ministro de Relaciones Exteriores entre agosto de 2022 y mayo de 2024, señaló un incidente específico durante una visita oficial a París en junio de 2023, donde Petro participó en la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial. Según el excanciller, el presidente «se desapareció dos días» durante el viaje, lo que generó desconcierto y momentos «embarazosos» para él como canciller. «Fue en París donde pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción», escribió Leyva, lamentando no haber intervenido para ayudar al mandatario en ese momento. Añadió que Petro «nunca se repuso» de esta supuesta adicción, lo que, según él, explicaría «desapariciones, llegadas tarde, incumplimientos, viajes carentes de sentido y frases incoherentes».
El excanciller también arremetió contra el círculo cercano de Petro, incluyendo al ministro del Interior, Armando Benedetti, la canciller Laura Sarabia y el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, a quienes acusó de aprovecharse de la «complejísima situación» del presidente para manipularlo. Sobre Benedetti, Leyva afirmó que, durante una conversación para convencerlo de aceptar la embajada en Venezuela, comprendió que también estaba «adicto a las drogas» y lo calificó como «un enfermo». Respecto a Sarabia, señaló que controlaba el tiempo de Petro y «le satisfacía algunas necesidades personales», mientras que pidió al presidente desvincular a estos colaboradores por el «terrible daño» que le estarían causando.
Petro respondió a las acusaciones a través de X, rechazando las afirmaciones de Leyva y cuestionando la cobertura mediática. «¿Es que París no tiene parques, museos, librerías más interesantes que el escritor para pasar dos días? ¿Es que acaso no tengo hijas y nietas en París, muchísimo más interesantes que el escritor?», escribió el mandatario, sin abordar directamente el tema de la adicción. Por su parte, Gustavo Bolívar, director del Departamento de Prosperidad Social, defendió a Petro y calificó las declaraciones de Leyva como un acto de «deslealtad» y «revanchismo», argumentando que no hay evidencia que respalde tales afirmaciones.
La carta de Leyva ha generado reacciones encontradas. Aliados de Petro, como Bolívar, la consideran un ataque personal infundado, mientras que sectores de la oposición han pedido investigar las denuncias. Analistas políticos, como Jorge Iván Cuervo de la Universidad Externado, han señalado que estas acusaciones cruzan una línea de respeto hacia la dignidad presidencial, algo poco común en la historia reciente de Colombia. La controversia reaviva rumores previos sobre Petro, como los planteados por la periodista María Jimena Duzán en 2023, quien también sugirió problemas de adicción del presidente, y las declaraciones de Benedetti en una entrevista con Semana ese mismo año, donde insinuó un supuesto consumo de drogas por parte del mandatario.
Este escándalo pone en jaque la estabilidad del gobierno de Petro, que ya enfrenta críticas por su gestión y tensiones internas. Leyva concluyó su carta instando a Petro a evitar un «incendio social» y a buscar la unión del país, mientras solicitó una reunión con el presidente para discutir el asunto. Hasta el momento, no hay respuesta oficial de otros miembros del gobierno ni de las oficinas de Ecopetrol, Cancillería o el Ministerio del Interior.
