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miércoles, 25 junio,2025

El Tete, proa al marisco

El C.D. Tenerife volvió a perder, esta vez contra el Real Oviedo, en el Carlos Tartiere, jugando un partido penoso, con graves fallos defensivos. Y eso que han renovado a Pepe Mel. Será para que escriba sus novelas al borde del área.

Puede decirse que el equipo tinerfeño no da una a derechas, se encuentra penúltimo en la clasificación, empatado a diez puntos con el Cartagena y metido de lleno en zona de descenso.

Por encima tiene al Rácing de Ferrol, con 12 puntos, y al Burgos y al Eldense, con 15. Pero la reacción esperada no se produce y quienes auguraban que el club no había reunido una plantilla adecuada para disputar la Liga Hypermotion han acertado.

Con una nula política de cantera, el Tenerife no la aprovecha y los equipos de la península, o la propia U.D. Las Palmas, son los que se llevan a los futbolistas canteranos que despuntan.

A estos malos resultados deportivos se unen las profundas divisiones en el consejo de administración, donde no parece mandar nadie. El accionista de referencia sigue siendo –al parecer– Garrido Cristo, sindicado con los empresarios tinerfeños Conrado Bacallado y Amid Achí. Otras versiones apuntan a que Garrido sufre serios problemas económicos y ha tenido que desprenderse de un paquete de acciones.

Se une a ellos el empresario tinerfeño Rayco García Cabrera, que al parecer ha comprado a Garrido ese paquete accionarial. Juan Pelayo sigue siendo accionista independiente y se asegura que Rayco García tiene una opción, al menos de palabra, sobre el resto de las acciones de Garrido.

Y esto sería lo mejor que le podría ocurrir al Tete, dada las buenas vinculaciones de García Cabrera con el mundo del fútbol, lo que podría propiciar que vinieran al club jugadores más adecuados para afrontar la segunda vuelta de la Liga.

Lo cierto es que el C.D. Tenerife no da una, que la afición está muy cabreada con los dirigentes y que no se descarta que manifieste al palco su inquietud en el próximo partido en casa.

Mientras, el presidente de corcho, Paulino Rivero, no tiene elementos, mimbres, para trenzar una cesta adecuada, que haga frente a los próximos rivales.

Malos tiempos para el equipo representativo de la isla y de la provincia, que de seguir este ritmo de derrotas puede acabar en las categorías inferiores del fútbol español, en las que las acciones valen prácticamente cero.

Hay muchos ejemplos en la historia del fútbol español en los que fijarse para procurar que no ocurra igual. Pero nos tememos que es cuestión de tiempo, si no ocurre un milagro. La historia del Tenerife no merece esta situación lamentable del club y del equipo.

A. Hernández-Romero
A. Hernández-Romero
Bajo el seudónimo de A. Hernández-Romero escribe un colectivo de periodistas deportivos que colabora con este periódico.

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