Bueno, vamos allá, a contarles lo entretenida que es la vida de los demás. El doctor Luciano Delgado Plasencia, hasta ahora médico adjunto en el mismo Departamento, ha sido elevado a la categoría de jefe de Cirugía General y del Aparato Digestivo en el Hospital Universitario de Canarias. El doctor Delgado Plasencia sustituye en el cargo al doctor Bravo, que no sé a dónde lo han mandado. Bueno esa jefatura, que era doble, la desempeñaba, años ha, por un lado el profesor Alarcó y por otra el doctor Nelo Carrillo, ambos felizmente jubilados de la actividad médica pública. Pues le deseamos al doctor Delgado Plasencia muchos éxitos en un servicio cuya trayectoria ha sido siempre excelente. Esperemos que ahora se reanuden los trasplantes de páncreas, que no se sabe bien por qué han quedado paralizados en el HUC, o al menos se practican mucho menos que antes. A ver si el equipo se anima y se pone en marcha.
Mi compañero y amigo Arturo Trujillo me ha enviado un meme genial, que ustedes tienen en esta sección, una foto “tomada” en un guachinche de Taco, en el que coincidieron, vestidos de magos –que es lo que son— San-Chin-Pon, Xi Jinping y Donald Trump (que no tiene traducción al chino), mandándose una garbanzada que los tres gaznápiros deglutieron con gran presencia de ánimo y sin atisbo alguno de acidez y mira que el mago usa aceite barato para sus guisos, porque su aparato digestivo no es capaz de aguantar el de oliva virgen. El mago no tiene intestino sino un tubo plástico de riego, por donde pasa todo con avidez y sale lo mismo con rapidez, así que los tres gaznápiros disfrutaron de lo lindo engullendo este manjar y otros que, por desgracia, no fue capaz la foto de captar. Gracias, Arturo, por la bonita postal. Y el profe jubilado y amigo José Francisco López me envía una foto preciosa del Puerto de la Cruz, no sé si al amanecer o al anochecer, que en mi imaginación se solapan, a vista de dron, helicóptero o lo que sea.
No me ha referido el nombre de su autor, pero espero que lo haga mañana, para dejar cumplida constancia aquí. La foto es una preciosidad, digna de ser enviada a un concurso y también de ser enmarcada y colocada en sitio preferente del Ayuntamiento por los señores munícipes portuenses. Por cierto, hablando del Puerto, lamento las pintadas que le han dedicado al filántropo Wolfgang Kiessling, propietario del Loro Parque, al parecer unos malvados animalistas que están siendo investigados –hay cuatro arrestados—por la Guardia Civil. Es una pena que se metan con un hombre altruista, que jamás le ha gritado a un empleado, un hombre agradable, de buen carácter, sobrio, elegante por naturaleza, que cada día ralentiza el tráfico en el Puerto de la Cruz con sus trenes (es su único defecto) y que tiene una suite presidencial preciosa en la azotea de su hotel Botánico, construida gracias a la bondadosa benevolencia del alcalde que fue, don Marcos Brito Gutiérrez, infelizmente fallecido.
Un filántropo, ya digo. Deploro esas pintadas, condeno esos insultos y elogio la labor de Kiessling, compañero que fue de pupitre en Alemania de la reina Sofía. Y termino con mi amigo William Levy, que fue detenido en el condado de Braward, estado de Florida, por un malvado sheriff, acusado de “intoxicación desordenada”. Ya han comenzado a llamarme algunas señoras comentándome que William, del que están todas enamoradas, debe ser perdonado e indultado inmediatamente tras su desliz y evacuado de inmediato de la cárcel de Fort Lauderdale. No es la primera vez que Levy, de 44 años, se coge un pedo. O sea que figura como reincidente, según el malvado representante de la ley constató en su ficha policial. Pero por estar pedo y armar un buen lío no va a permanecer muchos días en el talego, ya habrá pagado la fianza al juez del condado. Aunque a mí lo que me gusta es eso del fiscal del distrito, que suena a película americana. Como veo tantas series americanas, ahora me ha dado, por la noche, por servirme un chupito de whisky japonés que me regaló Pablo Megolla, con una piedrita de hielo, y lanzármelo sorbo a sorbo mientras veo la serie. Porque los americanos no hacen más que jalar y jalar y dejan a uno desconsolado. Pues no, yo voy a darle al prive, so peligro de llegar a la “intoxicación desordenada” del tal Levy. Creo que también William fue acusado de “allanamiento” (meterse en casa ajena o no irse cuando a uno lo echan como agua sucia, sin tener en cuenta el dicho venezolano que reza: “Para volver hay que irse”).
Pero las señoras que me han contactado aseguran que esa fianza la pagarán ellas, mediante colecta y posterior transferencia, como ocurrió con la estatua de Franco. En fin, pobre William. Adjunto la foto mía y de Mini con él en Los Limoneros, hace algunos meses. Tenemos, por cierto, una entrevista pendiente para mi sección en el Diario de Avisos. Pero se mandó a mudar y no me hizo puto caso. Uno los mima, los cuida, se hacen famosos y se olvidan de sus benefactores. Ahora mismo llamo al sheriff del condado para que lo ponga en la calle, más pronto que tarde.
