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Funcionarios militares de Estados Unidos están trabajando en diferentes opciones para atacar a narcotraficantes dentro de Venezuela y esas operaciones podrían comenzar en cuestión de semanas, aunque el presidente aún no ha dado luz verde definitiva, según el canal de noticias NBC News.
La información proviene de cuatro fuentes —dos funcionarios estadounidenses familiarizados con la planificación y dos interlocutores de las conversaciones— que hablaron bajo anonimato por no estar autorizados a comentar públicamente los planes. Los planes que se discuten se centran principalmente en ataques con drones dirigidos a miembros y líderes de organizaciones del narcotráfico, así como en la neutralización de laboratorios de producción de drogas.
En las últimas semanas, el ejército estadounidense habría atacado al menos tres embarcaciones procedentes de Venezuela que, según la Casa Blanca, transportaban narcotraficantes y estupefacientes que podían suponer una amenaza para ciudadanos estadounidenses. El gobierno no ha publicado pruebas públicas de que todas esas embarcaciones transportaran drogas; no obstante, un funcionario dominicano y otro de la embajada estadounidense en República Dominicana dijeron en una rueda de prensa que se hallaron restos de drogas en el agua tras uno de los ataques.
Las cuatro fuentes consultadas afirmaron que la escalada responde en parte a lo que la administración considera insuficiente acción del presidente venezolano, Nicolás Maduro, para frenar el flujo de drogas fuera del país. Dos de esas fuentes y un funcionario adicional señalan además que la administración está frustrada porque las medidas tomadas hasta ahora no han erosionado el control de Maduro ni han provocado una respuesta significativa por parte de Caracas.
La Casa Blanca remitió a NBC News a una declaración previa del presidente: «Veremos qué pasa. Venezuela nos está enviando a sus pandilleros, sus narcotraficantes y sus drogas. Es inaceptable». El Pentágono se ha negado a declarar.
Según fuentes citadas por la cadena, la opción militar incluiría ataques con drones sobre líderes y estructuras del narcotráfico y bombardeos a instalaciones de producción. No obstante subrayan que, por ahora, no existe una orden ejecutiva aprobada y que cualquier operación dependerá del visto bueno presidencial.
La administración Trump mantiene la disposición de «utilizar todos los elementos del poder estadounidense para impedir que las drogas lleguen a nuestro país y llevar a los responsables ante la justicia». Estados Unidos ha mantenido conversaciones con intermediarios en Oriente Medio que han actuado de puente con el régimen venezolano; esos intermediarios habrían discutido posibles concesiones que Maduro podría ofrecer para mantener su posición, aunque no se identificaron públicamente los países implicados.
A falta de confirmación oficial sobre autorizar las incursiones dentro de territorio venezolano, la situación se mantiene en una fase de planificación y deliberación y con la posibilidad de atacar en las próximas semanas si el presidente da su aprobación.