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Muchas gracias Ilmo. Sr. Presidente del TSJ por concederme la palabra.
Buenos días, bon día, a todos los presentes. Ilma Vocal del CGPJ, Sr Presidente del TSJC, Fiscal Superior de Canarias, Delegado del Gobierno, Viceconsejera de Justicia del Gobierno de Canarias, Presidente del Cabildo Insular, Alcaldesa de Las Palmas, Autoridades, compañeros de la Carrera Judicial, Fiscal, Letrados de la AJ, Funcionarios, Operadores Jurídicos y demás profesionales relacionados con la AJ, amigos/as, familia política, mi querida esposa Elena, ciudadanos y ciudadanas, quisiera expresarles mi mayor y mas sentido agradecimiento por acompañarme en el acto institucional de promesa o juramento, a la Presidencia de la Audiencia Provincial de Las Palmas.
Me van a permitir un cariñoso recuerdo para mi madre María Bregolat y para todas aquellas personas de la justicia que hoy no pueden estar aquí por su fallecimiento, con especial mención por el aprecio que todos les teníamos a JOSE MATEO, LUIS DEL RIO MONTESDEOCA, CESAR GARCÍA OTERO e IGNACIO MARRERO FRANCÉS, allá donde estén un fuerte abrazo para ellos y otro a su familia que sigue aquí con nosotros.
Comparezco ante ustedes con profundo respeto, gratitud y sentido de responsabilidad al asumir la Presidencia de la AP.
Agradecimiento a quienes han confiado en mi persona para esta función y agradecimiento a todos los que me han acompañado en mi trayectoria profesional.
Agradecimiento al Presidente saliente de la Audiencia Emilio Moya, a mis padrinos en este acto Pedro Herrera Puentes y Carla Vallejo, y a Elena Luri, por su dedicación, apoyo y comprensión.
Ante todo quisiera reiterar el compromiso que ya expuse en mi programa de actuación presentado ante el CGPJ, de dedicar un especial esfuerzo a mejorar la respuesta judicial de la Audiencia Provincial de Las Palmas, que es por todos conocido, y a la memoria del TSJC me remito, que soporta una carga de trabajo y litigiosidad desproporcionada y excesiva, que impide en muchos casos la resolución de los pleitos judiciales en un plazo razonable. A lo que hay que sumar, las dificultades añadidas derivadas de las singularidades propias de la insularidad y de la problemática de la migración que, afecta de manera determinante a los derechos humanos y las consecuencias jurídicas que de ello se deriva.
Como dice la canción de Anita Tijoux: “No es suficiente afirmar que la justicia tarda pero llega, la justicia que no se ejerce cuando corresponde ya es injusta”.
Objetivo prioritario debe ser pues conseguir el refuerzo de la planta judicial de esta Audiencia Provincial con las correspondientes comisiones de servicio necesarias con relevación de funciones tanto para las Secciones Civiles como Penales, hasta conseguir la efectiva creación de una nueva sección tanto en el orden civil como en el penal.
Todo ello manteniendo las especialidades ya existentes sobre determinadas materias y la especialización de una Sección en violencia contra la infancia y la adolescencia en consonancia, con la existencia en este territorio del primer juzgado que asume dicha competencia con carácter exclusivo -Instrucción n.º 3 de Las Palmas-.
Por lo demás no hay que olvidar el momento de inflexión, en el que nos encontramos, como consecuencia de la puesta en marcha del nuevo modelo organizativo judicial ideado por la Ley de Eficiencia.
Estoy convencido, de que los Tribunales de Instancia van a potenciar el trabajo en equipo y pueden posibilitar una mayor eficiencia y eficacia en el servicio de la justicia, pero la mejora que se espera conseguir viene especialmente condicionada por como se haga su aplicación por las Administraciones con competencia en la materia, pues si no se facilita los medios personales y materiales necesarios y no se invita a la participación e implicación de todos los profesionales que han de intervenir en este proceso de renovación, difícilmente se podrá alcanzar la finalidad pretendida.
En lo que afecta a la Audiencia Provincial se plantea como mejora del funcionamiento de las oficinas judiciales la creación de un servicio común de ejecutorias que, bajo los principios de especialización y eficiencia, pueda servir a todas las secciones penales de la Audiencia, así como un equipo específico y especializado en los procedimientos, cada vez más numerosos, que se siguen ante el Tribunal del Jurado y que exigen de una formación y trámites específicos.
De igual modo, deberán crearse equipos especializados en el orden civil que traten asuntos de familia y discapacidad y asuntos calificados como urgentes, llevándolo a cabo con la celeridad que la naturaleza de los mismos aconseja.
En definitiva y para no cansarles, reitero las implicaciones que pienso mantener en el desarrollo de labores de coordinación, comunicación y acercamiento con los órganos judiciales de la Provincia de Las Palmas y con todos los profesionales que se relacionan con la justicia, favoreciendo la adopción de acuerdos y criterios comunes.
Será un empeño de esta Presidencia el potenciamiento de la transparencia y del diálogo con la Sociedad Civil, con el fin de acercar la justicia a la ciudadanía, para que esta perciba y sienta que tiene una justicia que le ampara, principalmente a las personas en situación de vulnerabilidad o requieran de especial protección, ofreciendo una respuesta judicial con tanta profesionalidad como humanidad y empatía.
Me gustaría terminar, parafraseando el mismo poema en catalán que recite hace ya muchos años, cuando el Ministerio de Justicia me concedió la medalla de San Raimundo de Peñafort, no por mis méritos personales, todo hay que decirlo, sino como representante y juez decano de los jueces de las palmas, por la implicación de los operadores jurídicos en la mejora de la justicia.
Dice el poema: “Ahora decir, la ginesta florece en los campos rojos de amapolas. Ahora decir, permaneceremos fieles para siempre al servicio de este pueblo. Siempre Fieles, a la Justicia.
Moltes gracies. Muchas gracias.