Un equipo de arqueólogos ha realizado un hallazgo significativo bajo la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén, considerado por muchos como el lugar de la crucifixión y sepultura de Jesucristo. Durante excavaciones iniciadas en 2022, los investigadores encontraron evidencias de un antiguo jardín que dataría de hace aproximadamente 2.000 años.
El descubrimiento incluye restos de olivos, vides, semillas y polen, lo que sugiere que la zona fue utilizada como terreno agrícola en esa época. Este hallazgo coincide con la descripción del Evangelio de Juan 19:41, que menciona un huerto en el lugar de la crucifixión y sepultura de Jesús: «En el lugar donde fue crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no se había puesto a nadie».
La profesora Francesca Romana Stasolla, de la Universidad La Sapienza de Roma, lidera las excavaciones, que representan la primera intervención a gran escala en dos siglos en este sitio sagrado. Los hallazgos sugieren que la zona pasó de ser una cantera a un terreno agrícola y, finalmente, a un lugar funerario, lo que refuerza la autenticidad de los relatos evangélicos.
Este descubrimiento no solo proporciona evidencia arqueológica que respalda textos bíblicos, sino que también ofrece nuevas perspectivas sobre la vida en Jerusalén durante el siglo I y su conexión con la fe cristiana. La profesora Stasolla ha indicado que aún hay muchos secretos por descubrir en el sitio, lo que podría aportar información adicional sobre la historia y la religión en la región.