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sábado, 1 noviembre,2025

Cortxo Gastrobar | Donde el respeto por la tradición y el vino regional se encuentran

⏱ 5 min de lectura

Hoy, nos hemos ido con la guía ¡Qué bueno! Y la hemos abierto por la pagina 39. AL Cortxo, un gastrobar de tapas que apuesta por una gastronomía creativa de autor con precios módicos, porciones pequeñas y una elaboración cuidada en cada plato.

En el corazón de Santa Cruz de Tenerife, en la plaza Ireneo González, se encuentra Cortxo, uno de los primeros gastrobares de la capital y un local que ha sabido respetar y conservar su esencia desde hace más de una década. En su decoración, y en su esencia, el vino tiene un papel protagonista: 100.000 corchos revisten paredes y techo, testimonio literal de la pasión que dio nombre al lugar. Cuentan que repartieron urnas por todo Santa Cruz donde juntaban los corchos solo para esto.

Experiencia general

Cortxo mantiene desde 2012 una carta estable, sencilla y reconocible, que ha sabido resistir el paso del tiempo sin perder tradición y esencia. El local es cercano, desestructurado y casual, pensado para disfrutar sin formalismos, pero con atención a los detalles.

El servicio es amable, cálido y cercano; destaca la atención de Paco, el dueño, y del chef Güi Vázquez, quienes se toman el tiempo para explicar los platos y transmitir la filosofía del lugar. No hay impostura, solo oficio y hospitalidad.

El ambiente es relajado, con un tono desenfadado y clientela mayoritariamente local y peninsular. La fidelización es el fuerte: aquí se vuelve porque se come bien y se transmite el cariño de un equipo que lleva años haciendo lo que sabe.

Platos probados

Paccheri relleno de salmón y gambas, con puerro, bechamel de mariscos, pesto y crujiente de queso curado.

Un plato que combina el refinamiento italiano con un toque casero. Detalle curioso: aunque nos comentaron que el paccheri tradicional se presenta en vertical, en Cortxo se emplata horizontalmente, una decisión estética que funciona, aportando comodidad, identidad y coherencia visual.

Ensalada de cogollo con aliño de curry y piña, almendras tostadas, cebolla frita, tomates cherry y polvo de aceitunas.

Una opción fresca, con un toque exótico que equilibra el dulzor de la piña y las diferentes texturas.

Papas bravas estilo Cortxo.

Hechas con papa local, espuma de sifón y pimentón. El plato estrella de la casa: suaves y con un sabor que reconcilia tradición y técnica.

Croquetas de jamón ibérico con alioli.

Un bocado impecable: cremoso, intenso y perfectamente frito. Ejemplo claro de que lo sencillo, cuando se hace bien, no necesita mucho más.

El jamón de Extremadura (Montesano), cortado en el momento y por un excelente cortador, reafirma la conexión con el producto y la honestidad de su propuesta.

Vino y maridaje

Acompañamos la comida con un vino blanco afrutado de Vilaflor, siguiendo la recomendación de la casa. Aunque sigo sin encontrar mi equilibrio personal con este tipo de vino, la elección fue coherente con el espíritu de Cortxo: dejar que la comida sea protagonista.

La carta de vinos es variada para un local de este formato. Cuentan con referencias canarias y peninsulares, incluyendo Rías Baixas, Rueda, Somontano, Extremadura, Ribera del Duero, Rioja, entre otros.

Los precios, entre 13 y 50 euros, refuerzan la intención de ofrecer calidad sin pretensiones. Es una selección honesta y equilibrada, que busca acompañar sin imponerse, y que se nota pensada más desde el gusto que desde las pretensiones.

 Lo que funcionó bien
• Servicio cercano y cálido, con atención personalizada.
• Cocina coherente y bien elaborada.
• Relación calidad-precio competitiva.
• Carta de vinos con buena representación regional.
• Ambiente relajado, ideal para comidas informales o tapeo.

Lo que se puede mejorar
• Sería interesante reforzar el relato enológico con alguna recomendación más guiada o maridaje sugerido; incluso podrían agregar algunas otras regiones para ser un poco más arriesgados.
• Mantener la misma carta durante más de una década y seguir llenando mesas es un logro en sí mismo. Quizás por eso mismo, un pequeño guiño estacional —una sugerencia, un plato del día o un guiño al producto de temporada— podría funcionar como un soplo de aire sin traicionar lo que Cortxo ya es: un clásico moderno.

Puntuaciones
• Producto: 4,3 – protagonismo del producto local y nacional.
• Cocina y técnica: 4,0 – preparaciones cuidadas, con ejecuciones limpias y sabores equilibrados.
• Servicio: 4,8 – trato amable, cercano y profesional.
• Ambiente y local: 4,4 – desenfadado, cálido y auténtico.
• Bodega y vinos: 4,0 – selección coherente, sin pretensiones, pero bien pensada.
• Relación calidad-precio: 4,8 – uno de sus aciertos, se puede ver a simple vista que cumplen con lo que prometen: precios módicos, dicho por ellos mismos.

Nota Burgado: 4,4 / 5

Platos estrella
Papas bravas estilo Cortxo.
Un clásico local reinterpretado con técnica y respeto, símbolo perfecto de su cocina.
Croquetas de jamón.
Un clásico bien logrado.

Tipo de restaurante
Casual gastronómico.
Desenfadado, cercano y honesto. Un espacio donde se come bien sin pretensiones, pensado para disfrutar el vino regional y la conversación tanto como los platos.

Cortxo demuestra que no hacen falta modas ni artificios para ofrecer una buena experiencia gastronómica. En su sencillez está su fuerte: sabor, oficio y calidez. En tiempos de cartas que buscan sorprender, este gastrobar recuerda que la verdadera sorpresa está en la constancia y el respeto por lo bien hecho.

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LECTOR AL HABLA