Las costas de El Hierro se han convertido este fin de semana en escenario de una nueva tragedia migratoria. Un total de cinco personas han perdido la vida en su intento de alcanzar territorio español por la complicada ruta Atlántica, mientras 524 migrantes arribaron a la isla en tres cayucos entre la noche del viernes y este pasado domingo.
El episodio más dramático tuvo lugar cuando uno de los cayucos, con 121 personas a bordo, todos varones según los testimonios, se quedó a la deriva a unos 30 kilómetros al sur de El Hierro, sin comida, agua ni combustible. La embarcación fue localizada y rescatada este domingo por la mañana gracias a la actuación de la “salvamar Diphda” de Salvamento Marítimo. En ese rescate se confirmaron cuatro fallecidos, con edades comprendidas entre los 15 y los 35 años. Muchos de los supervivientes fueron trasladados al Hospital Insular Nuestra Señora de los Reyes (Valverde), donde al menos uno permanece en estado grave por hipotermia.
La quinta víctima fue hallada por un vecino de la zona de La Restinga en la bahía durante la tarde del sábado. El cuerpo corresponde a una persona que viajaba en otro cayuco acogido horas antes, con 214 ocupantes —entre ellos mujeres y menores—, que llegó a la isla durante la madrugada. Las autoridades confirmaron que faltaba al menos un pasajero en esa embarcación, extremo que se verificó tras el hallazgo del cadáver.
Además de estas dos embarcaciones, una tercera llegó el viernes por la noche con 189 personas a bordo —19 mujeres y 4 menores, según los datos disponibles—, que fueron escoltadas hasta La Restinga en buen estado.
Según los relatos de algunos de los migrantes rescatados, las travesías partieron desde puntos de África occidental como Gambia, Senegal, Malí, Guinea‑Conakry o Costa de Marfil, y en un caso la duración fue de aproximadamente ocho días en alta mar.
Las autoridades han trasladado los cuerpos al tanatorio municipal de La Frontera, en espera de autopsia, y los supervivientes están siendo atendidos en centros de acogida tras su registro en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Valverde.





