
Me escribe Sergio Canino, indignado y con razón, por el problema de la mendicidad en Los Cristianos. Sergio es un enamorado de Los Cristianos. No en vano trabajó en el legendario hotel Moreque, que llegó a alojar a Richard Burton y Elizabeth Taylor durante su visita al Sur de Tenerife. Allí, los dos saborearon los cócteles de Chano, el barman, yo creo que el primer gran barman de la zona. Sergio tiene sus buenos contactos en las redes y se muestra indignado por cómo están algunas céntricas calles del popular barrio marinero de Arona, que hoy es mucho más que un barrio, es toda una ciudad. Y no hay derecho a ver personas sin techo tiradas en la calle, sin que reciban la atención debida, ni tampoco sean llevados a un albergue, aseados y se les ofrezca un alojamiento en condiciones. Yo sé que muchas veces son ellos los que no quieren, pero alguna solución tendrá que haber y, si están enfermos, que sean internados en un centro asistencial. Me envía de nuevo una foto de uno de esos mendigos, tirado en la calle, ante la mirada de los viandantes que no se atreven a decirle nada, porque a veces asustan a la gente con sus gritos y aspavientos. Una pena que esto ocurra y mucho más en el centro de Los Cristianos o en el Puerto de la Cruz, donde yo los he visto mostrando sus defectos físicos en pleno paseo de San Telmo. Son escenas grotescas. Una pena, pero tiene que tener esto una solución.

Ayer, por hablar de otra cosa mucho más agradable, me di un paseo por el Puerto de la Cruz con Rudy Ruymán, un influencer con más de medio millón de seguidores. Anuncia una manifestación para llamar la atención sobre la inmigración ilegal. Ya daremos noticia de ella. Hablamos de los muertos que están quedándose en el mar. Él es una persona controvertida, pero que dice lo que piensa, que incluso ha sido denunciado por un presunto delito de odio, pero a mí lo que me dijo me parece muy coherente. Es un educador y sabe quiénes son los que vienen. De mi conversación no saqué conclusiones negativas, todo lo contrario. La isla ya no soporta esta presión migratoria que este año nos ha traído a más de 30.000 personas desde el continente africano. Y los que se han quedado por el camino, miles de inocentes, engañados por las mafias, que les prometen un paraíso, que se han quedado en el mar. Hablamos del negocio de las ONG y de lo que nos cuesta a los canarios esta presión migratoria desbordada, que nadie parece querer solucionar. Ni siquiera el Gobierno de Madrid ha pedido ayuda a Frontex, el sistema europeo de vigilancia de fronteras. El tema es tan grave que ha llegado al Vaticano y el papa se ha planteado venir a Tenerife para interesarse, in situ, por la situación. El impacto que tiene Rudy Ruymán en las redes es impresionante y me ha encantado la conversación con él. Es una persona sencilla, asequible y, creo yo, con las ideas claras. Yo lo de las redes no lo entiendo bien, aunque ahora participe en ellas. Sube mi número de seguidores a una media de cien diarios, lo que me dicen que no está nada mal. Bueno, me resignaré y me adaptaré a los tiempos, qué remedio me queda.