Roma es un hervidero. El Sacro Colegio Cardenalicio (electores y no electores) han mantenido más de una decena de reuniones informales. Los cardenales electores van a ser finalmente 132, por renuncia a acudir al Cónclave del cardenal Angelo Becciu (implicado en un proceso judicial por corrupción, sin sentencia firme) y tampoco estarán en Roma dos cardenales enfermos, entre ellos el español Antonio Cañizares. Por tanto, no asistirán al Cónclave. En principio, el papa Juan Pablo II estipuló que los electores no fueran más de 120. Pero Francisco eliminó, de facto, ese número al nombrar purpurados que pusieron en 135 a los cardenales electores, es decir, menores de 80 años. Finalmente, si no ocurre nada antes del 7 de mayo, los cardenales con derecho a voto serán 132. El cardenal suizo Kurt Koch, un hombre de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, suena mucho en los ambientes vaticanos. Tiene 75 años y preside el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos. Es un hombre bien formado, con amplia experiencia teológica docente y se le considera un moderado, que sin embargo no da la espalda a los problemas de la Iglesia. Tiene presencia y no parece ser de la “cuerda” del papa Francisco, cosa que temen muchos miembros del Sacro Colegio. Aunque se citaban a demasiados candidatos, hoy se descartan algunos, como el cardenal Parolin, por sus devaneos con China; y el cardenal africano Sarah, por sus ideas poco o nada progresistas. Entre los italianos no parece haber ninguna figura descollante, aunque se habló del presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Bolonia, Mateo Zuppi, pero ha ido quedándose atrás, aunque nunca se sabe. La prensa de Roma maneja favoritos, pero con poca consistencia en los motivos. Lo cierto es que los cardenales que residen en el extranjero tienen prisa por abandonar Roma, entre otras cosas porque no disponen de alojamientos muy cómodos aquellos que residen fuera de la ciudad. La Casa Santa Marta está bien, pero para un ratito: las comidas son de regular calidad y los cardenales son muy ancianos para soportar por mucho tiempo cualquier tipo de alimento. Además, está la corte de asistentes, al menos dos por cada purpurado, que han venido con ellos a la ciudad eterna y que pernoctan fuera de los muros vaticanos junto a los cardenales no electores. Dicen los expertos que el Cónclave no durará más de tres días, como máximo, aunque esto nunca se sabe porque igual en un momento dado se tuercen las cosas. De momento, la chimenea de la Capilla Sixtina ha sido instalada. Ahora hace falta que tenga un buen tiro.
domingo, 25 mayo,2025