El Tribunal Supremo ha imputado al ex ministro de Sánchez y número dos del PSOE, José Luis Ábalos, por cuatro delitos: pertenencia a organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y malversación de caudales públicos. ¿Tiene Ábalos un pie en la mazmorra? Podría ser, todos los delitos son graves y más en un ex ministro y en un alto dirigente del Partido Socialista. Algunos dicen que, incluso, podría tener ciertas responsabilidades chungas en la extraña escala de Delcy Rodríguez en Barajas y que esa responsabilidad salpicaría a Sánchez. Podría ser. De momento, no sabemos a qué vino la vicepresidenta venezolana y si es verdad que la escala se vio envuelta en una truculenta traída y llevada de oro. Vaya usted a saber. Ahora se dice que Delcy se entrevistó en la India con la pareja española, con la primera dama y con el otro, con los pichones, aunque esta información no ha sido confirmada. Por eso sólo comento el rumor, sin afirmar nada. Sólo está en las redes, de momento. Yo lo que digo es que hay amistades peligrosas. Cuidado. Begoña Gómez está imputada por otros cuatro delitos: tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo profesional. ¿Qué más necesita Sánchez para marcharse a su casa? Lo de su hermano también es grave: está imputado por un juzgado de Badajoz e investigado por Hacienda –aunque esto último tampoco ha sido cabalmente confirmado–. Su cuenta corriente ha engordado peligrosamente. Y su contrato con la Diputación de Badajoz está lleno de cosas raras. Y hay algo común entre los tres: Ábalos, Begoña y David (Azagra) Sánchez: la ciudad de San Petersburgo. A ver si es verdad. ¿Qué tiene cada uno de ellos, qué tuvo o qué pasó en aquella ciudad, si es que pasó algo? Sánchez sigue ahí, en Moncloa, ahora instalado en el perfil bajo de la política. Ya no sale, supongo que tampoco volverá con el rey a Valencia, porque le es imposible circular por territorio español sin que lo abucheen y le tiren cosas. ¿Un presidente como este para qué? Si ni siquiera lo quieren ya los suyos, han callado sus voces sus ministros, que ya no saben qué decir y la gente, por lo que se ve, lo detesta. ¿O sólo lo detesta la fachosfera? O sea, malos augurios para la familia Sánchez; y el sanchismo se extingue. Tampoco le salió el truco de los presupuestos y Valencia. Ya no le sale nada, todo el mundo lo tiene calado. Y Ábalos, si habla, la puede montar. Esto lo dice la generalidad de los cronistas de este país. ¿O sólo es la prensa culpable?
martes, 29 abril,2025