El Ministerio del Interior ha designado al coronel Pedro Merino Castro como nuevo jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, sustituyendo en el cargo a Rafael Yuste, recientemente ascendido a general de brigada, en un momento en que la unidad anticorrupción se encuentra al frente de todas las investigaciones que salpican al PSOE.
Merino Castro, que asumirá la jefatura de esta unidad especializada en la lucha contra la delincuencia organizada, el crimen económico y la corrupción, ya formó parte de la UCO en una etapa anterior de su carrera y estuvo destinado en el Departamento de Delincuencia Económica y Anticorrupción, uno de los segmentos más relevantes y mediáticos de la unidad.
La trayectoria profesional del coronel incluye una amplia experiencia en la Guardia Civil, con destinos en la Unidad Técnica de Policía Judicial, el Departamento de Seguridad Nacional del Gobierno y la Jefatura de la Comandancia de Salamanca, donde ejerció como responsable antes de su actual nombramiento. Asimismo, Merino Castro ha desempeñado funciones de asesoramiento en ámbitos de seguridad institucional y planificación estratégica dentro del Instituto Armado.
El relevo se produce tras el ascenso de Rafael Yuste a general de brigada, que deja vacante la jefatura de una de las unidades más sensibles del cuerpo. La UCO está actualmente al frente de las investigaciones relacionadas con la presunta corrupción en tramas ligadas a figuras del entorno político español, como los casos conocidos como “Koldo” o los que afectan al expresidente de Organización del PSOE, Santos Cerdán, así como averiguaciones que han implicado a otros dirigentes y sus allegados.
Fuentes oficiales han destacado que la elección de Merino Castro responde tanto a su conocimiento previo de la UCO como a su formación en Policía Judicial, elementos considerados esenciales para dirigir estratégicamente una unidad que debe responder con rigor técnico y operativo a una amplia gama de delitos complejos en todo el territorio nacional.
El nuevo jefe deberá afrontar el reto de mantener la independencia operativa de la unidad, al tiempo que coordina esfuerzos con jueces, fiscales y otros cuerpos de seguridad en la investigación de casos delicados para la credibilidad institucional.
