El partido Sumar ha dado un giro claro hacia la campaña electoral al presentar un paquete de medidas dirigido expresamente a los jóvenes —una estrategia destinada a competir por el voto juvenil frente al auge de la derecha.
Durante su conferencia política celebrada en Madrid, Sumar ha propuesto implantar una “Renta Básica Juvenil” de 550 euros mensuales para todos los jóvenes de entre 18 y 21 años. El partido la define como un “punto de partida” hacia una futura renta básica universal para toda la población.
Junto a esa ayuda económica, Sumar incluye otras promesas dirigidas a los jóvenes: reducción de la jornada laboral a 32 horas semanales, transporte público gratuito, rebaja del precio del alquiler, prestación universal por crianza, y una reforma fiscal que grave con más fuerza a las grandes fortunas.
También vuelve a plantear rebajar la edad mínima para votar a los 16 años, con el objetivo de otorgar más protagonismo político a las nuevas generaciones.
La dirección de Sumar reconoce abiertamente que estas iniciativas tienen un marcado carácter electoral. El movimiento pretende recuperar el terreno perdido en el voto joven, un segmento clave que en los últimos sondeos ha mostrado un crecimiento de la derecha.
Para algunos analistas, esta ofensiva juvenil marca el comienzo de una campaña anticipada. El paquete social, con medidas llamativas, tiene como objetivo movilizar a quienes están más afectados por la precariedad, el desempleo y la dificultad para emanciparse. Sumar busca, a través de este tipo de propuestas, reconfigurar su identidad política e intentar atraer a un electorado que considera fundamental para su futuro como alternativa de izquierdas.
