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martes, 30 septiembre,2025

Moscú exhibe sus misiles hipersónicos en el Ártico

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En el Extremo Norte, bajo el cielo helado del Ártico, Rusia ha vuelto a demostrar su capacidad militar de vanguardia. En los ejercicios estratégicos “Západ-2025”, la fragata Almirante Golovko, perteneciente a la Flota del Norte, lanzó desde el mar de Barents un misil hipersónico Tsirkón con destino a un blanco marítimo. El Ministerio de Defensa ruso confirmó más tarde que el impacto fue exacto, señalando también que la zona fue cerrada temporalmente al tráfico civil para garantizar seguridad durante las maniobras.

El Tsirkón, según los datos aportados por Moscú y constatados por varias agencias internacionales, es un misil concebido para penetrar defensas antiaéreas con facilidad. Su autonomía se estima en entre 400 y 1.000 kilómetros y su velocidad declarada —Mach 9, es decir, unas nueve veces la velocidad del sonido— lo convierte en un arma que difícilmente puede ser interceptada por los sistemas antiaéreos convencionales.

Mientras Rusia exhibe músculo en alta mar, al otro extremo del conflicto Ucrania persiste en su estrategia de presión mediante drones, dirigiendo varios de ellos hacia instalaciones energéticas clave dentro del territorio ruso. Uno de los ejemplos más recientes tuvo lugar en la refinería de Kirishi, en la región de Leningrado. Un ataque con drones provocó un incendio tras la caída de escombros de unidades derribadas por las defensas rusas; no se registraron víctimas. La refinería, operada por Surgutneftegaz, es una de las más grandes de Rusia, con una capacidad diaria de procesamiento de crudo de unas 355.000 barriles.

En Bashkortostán, otro ataque con drones afectó a una planta de refinado perteneciente a la empresa Bashneft, subsidiaria de la gigante estatal Rosneft. Según las autoridades regionales, el fuego fue breve, los daños controlados, y la producción se mantendrá sin grandes interrupciones.

Esta deriva del conflicto revela dos tendencias que se están haciendo cada vez más claras: de un lado, la apuesta rusa por armas cuyo carácter disuasorio se refuerza con su modernidad técnica; del otro, el uso por parte ucraniana de lo que pueden considerarse armas más imprecisas, pero capaces de generar presión constante y desequilibrios estratégicos que resultan caros de ignorar.

El lanzamiento del Tsirkón desde aguas árticas es, en un sentido, una declaración de intenciones. No sólo se prueba la tecnología, sino que se envía un mensaje tanto a Ucrania como a Occidente: Rusia conserva capacidad operativa avanzada incluso en zonas remotas, y puede operar misiles hipersónicos con relativa soltura. Esto plantea preguntas inquietantes sobre la velocidad con la que se adaptan los sistemas defensivos europeos y norteamericanos, y acerca del riesgo de escalada.

Por su parte, los ataques con drones, aunque menos espectaculares en apariencia —sin destrucciones masivas ni pérdidas humanas cuantificables en estos últimos casos— muestran que Ucrania ha interiorizado que la guerra moderna no sólo se gana en el frente, sino también golpeando la retaguardia del adversario, su logística, su economía, su capacidad de sostenimiento. De hecho, expertos estiman que los drones ucranianos habrían afectado ya a cerca del 10 % de la capacidad de refinado rusa, entre refinerías, depósitos y otras instalaciones estratégicas.

A medio plazo, las consecuencias pueden ser significativas: interrupciones del suministro energético, alzas de precios internos del combustible, presión política interna en Rusia por los costes del esfuerzo bélico, e incluso problemas diplomáticos si algún ataque cruzara fronteras internacionales o afectara instalaciones civiles sensibles.

Esta semana, entonces, ha quedado claro que ya no basta con marchas diplomáticas, sanciones o negociaciones periódicas: las capacidades militares estratégicas —sea con misiles casi invisibles o drones que rompen la barrera del espacio aéreo ruso profundo— determinarán, en buena medida, quién impone la agenda en esta guerra que amenaza con prolongarse y complicarse cada vez más.

Redacción
Redacción
Equipo de Redacción de elburgado.com

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