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La legislatura se ha convertido en un máster acelerado sobre cómo insultar al Poder Judicial . Ya van más de veinticinco ataques desde el Gobierno y el PSOE contra jueces y magistrados. Veinticinco. Que se dice pronto. A este paso habrá que abrir un ranking: a ver qué ministro se lleva la medalla en descalificaciones.
El presidente, con gesto grave y verbo mesiánico, asegura que una “minoría” de jueces causa un “daño inmenso” al sistema. Minoría, sí. Que me lo digan a mi, o a muchos de los justiciables. Aunque curiosamente esa minoría coincide siempre con los magistrados que se atreven a mirar donde no conviene: Puigdemont, el procés, investigaciones incómodas sobre el entorno personal, esposa, Hermano, colegas de trayecto y gobierno… qué casualidad más persistente.
El guion es repetitivo pero eficaz: se critica al juez, se acusa de lawfare, se lanza la idea de conspiración política y se alimenta el relato de víctima. Y los estúpidos, aplaudiendo.Todo ello envuelto en la solemnidad de las ruedas de prensa y la indignación calculada. Mientras tanto, las asociaciones judiciales replican que la independencia no se discute. Pero claro, a ellas nadie las saca en prime time. A ver lo que hace la presidenta del Poder Judicial este viernes en la apertura del año judicial.
El episodio más pintoresco fue aquel intento de querella por prevaricación contra un juez. Se archivó, naturalmente. Pero para entonces el titular ya había hecho su trabajo: sembrar la duda. Y aquí, en la política actual, sembrar la duda vale más que tener razón.
No nos engañemos: lo que está en juego no es una batalla dialéctica entre Gobierno y jueces. Lo que se erosiona es la confianza ciudadana en que la Justicia funciona por encima de la política. Porque si cada resolución incómoda se convierte en agresión institucional, ¿qué queda?
Decía mi viejo profesor de Administrativo que en España no tenemos división de poderes, tenemos división de opiniones. Y en eso, esta legislatura es una maestra: ha elevado la desconfianza a categoría de política de Estado.