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martes, 30 septiembre,2025

Ucrania desvela el ‘Flamingo’: el misil de crucero que pone a Rusia a tiro a 3.000 kilómetros

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En un momento en que la guerra en Ucrania entra en su cuarto año, con el frente estancado y las negociaciones de paz en un limbo, el presidente Volodímir Zelenski ha presentado un arma que podría alterar el equilibrio estratégico: el ‘Flamingo’, el primer misil de crucero de largo alcance producido íntegramente en suelo ucraniano. Bautizado con un nombre que evoca más a un ave exótica que a un artefacto letal, este misil no solo representa un hito tecnológico para un país asediado, sino también un mensaje claro a Moscú: Ucrania ya no depende solo de la ayuda occidental para golpear en el corazón del enemigo. Con un alcance superior a los 3.000 kilómetros, el ‘Flamingo’ –al que algunos medios han apodado ‘flecha’ por su precisión y velocidad– podría alcanzar objetivos clave en Rusia, desde refinerías petroleras hasta instalaciones militares, elevando la intensidad del conflicto y forzando a Vladimir Putin a replantear sus cálculos.

Un desarrollo exprés en tiempos de guerra

La historia del ‘Flamingo’ es un relato de ingenio y resiliencia en medio del caos bélico. Desarrollado por la empresa ucraniana Fire Point, el misil pasó del concepto a su primer uso en combate en menos de nueve meses, un plazo récord que ha dejado perplejos a analistas internacionales. Según Iryna Terekh, consejera delegada de Fire Point, el proyecto surgió de la necesidad urgente de contrarrestar los ataques rusos de largo alcance, como los misiles Kalibr, sin depender de aliados que imponen restricciones al uso de sus armas.

El nombre ‘Flamingo’ tiene un origen casi anecdótico: durante las primeras fases de producción, un error en la mezcla de pinturas tiñó los prototipos de un rosa chicle, similar al plumaje del ave. Lo que empezó como una broma interna –incluso se vinculó al papel destacado de mujeres en el equipo de fabricación– se convirtió en el apodo oficial, aunque más tarde se cambió a un camuflaje militar estándar. «Es un símbolo de cómo Ucrania transforma limitaciones en fortalezas», comentó Terekh en una rueda de prensa reciente.

Fire Point, una startup nacida al calor de la invasión rusa en 2022, ha combinado componentes reciclados de arsenales soviéticos con innovaciones locales. El motor proviene del avión de entrenamiento checo L-39, mientras que la ojiva se basa en bombas FAB de una tonelada, adaptadas para un vuelo preciso. El fuselaje, un monocasco de fibra de carbono enrollada, reduce la firma radar y resiste interferencias electrónicas rusas, haciendo del ‘Flamingo’ un «frankenstein» tecnológico, como lo describen algunos expertos: no un diseño revolucionario, sino una ingeniosa recombinación de elementos existentes.

Características técnicas: potencia y precisión

Técnicamente, el ‘Flamingo’ –oficialmente FP-5– es un misil de crucero subsónico con prestaciones impresionantes para un arma de producción nacional. Su alcance supera los 3.000 kilómetros, lo que le permite golpear desde territorio ucraniano objetivos en el Lejano Oriente ruso, como bases en Siberia o instalaciones en los Urales. Vuela a una velocidad de hasta 1.000 kilómetros por hora –rozando los 950 km/h en pruebas–, con una altitud máxima de 5 kilómetros y un tiempo de vuelo de hasta cuatro horas.

La ojiva, de entre 1.000 y 1.150 kilogramos, multiplica por diez la capacidad destructiva de drones como el Liutyi, permitiendo ataques devastadores contra infraestructuras críticas. Su precisión es notable: una desviación de solo 17 metros, lo que lo hace ideal para blancos puntuales como refinerías o depósitos de municiones. El peso al lanzamiento ronda las seis toneladas, con una envergadura de seis metros, y su rampa de lanzamiento se monta o desmonta en menos de 20 minutos, facilitando operaciones móviles y evasivas.

Aunque menos avanzado que el Tomahawk estadounidense –carece de evasión radar sofisticada–, su bajo coste y simplicidad lo convierten en una opción viable para producción masiva. Actualmente, se fabrica a un ritmo de uno por día, con planes de llegar a 200 mensuales en octubre y entrar en serie plena a principios de 2026, pendiente de financiación externa. En el último mes, se han producido 211 unidades, según fuentes de Fire Point.

Implicaciones estratégicas: un ‘game changer’ en el conflicto

El ‘Flamingo’ no es solo un arma; es un símbolo de la autonomía ucraniana. Hasta ahora, Kiev dependía de sistemas occidentales como los ATACMS estadounidenses o los Storm Shadow británicos, limitados por restricciones que prohíben ataques profundos en Rusia para evitar escaladas. Con este misil, Ucrania puede responder de forma asimétrica, golpeando la economía rusa: analistas estiman que miles de unidades podrían destruir el 25% de su PIB, haciendo la guerra «insostenible» para Moscú.

Zelenski lo ha calificado como «el más avanzado que tenemos», destacando pruebas exitosas y su uso en combate real. Vídeos difundidos muestran impactos en refinerías rusas, demostrando su potencial para desestabilizar la retaguardia enemiga. Expertos como Oleksí Mélnik, del Centro Razumkov, ven en él un «puntal de la respuesta asimétrica», mientras que Fabian Hoffman, analista del Oslo Nuclear Project, lo considera «la mayor garantía de seguridad para Ucrania».

Otros analistas ponen en duda de la viabilidad de escalar la producción sin ayuda externa, y algunos sugieren colaboración discreta de aliados como Alemania, que en mayo prometió apoyo en armas de largo alcance. En el plano político, el expresidente estadounidense Donald Trump ha criticado las limitaciones impuestas por Washington, argumentando que Ucrania necesita «contraatacar efectivamente».

Rusia, por su parte, ha minimizado el anuncio, pero fuentes del Kremlin admiten preocupación por posibles escaladas, especialmente si el ‘Flamingo’ se usa contra objetivos civiles o estratégicos.

Hacia un futuro incierto

Mientras Ucrania busca financiación para masificar la producción –Zelenski ha prometido más lanzamientos antes de la serie plena–, el ‘Flamingo’ se erige como un recordatorio de que la innovación nace de la necesidad. Junto al obús Bogdana, otro éxito local con 40 unidades mensuales, refuerza la industria de defensa ucraniana, bombardeada constantemente por Rusia.

 ¿Será el ‘Flamingo’ el factor que incline la balanza hacia la paz, o el catalizador de una escalada mayor? Solo el tiempo, y los cielos sobre Rusia, lo dirán.

Redacción
Redacción
Equipo de Redacción de elburgado.com

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