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No hay quien aguante a Lola Padrón en la Diputación del Común. O al menos eso dicen, incluyendo algunos de sus adjuntos y altos funcionarios. Según mis fuentes, Lola no les da trabajo a sus adjuntos, pasa de ellos y aquello es un disparate de inactividad. Esta institución no se caracteriza por solucionar los problemas de los ciudadanos. No da una. La verdad es que muy simpática no es la Lola. No es que tampoco hayan trabajado mucho en el pasado los miembros de esas oficinas, al menos los resultados así lo dicen, pero es que lo de ahora es escandaloso. Y todo por culpa de la Lola, que ya disfrutó de las mieles de la gandulería en la Oficina de Canarias en Madrid, donde ganaba una pasta y tenía casa, chófer y coche (porque chófer sin coche no vale para nada). Además, fue la peor alcaldesa del Puerto de la Cruz de la historia, será porque no ha habido muchas. Y, como parlamentaria regional, tampoco brillaba mucho por su actividad desde el escaño y en las oficinas parlamentarias donde se hace el trabajo legislativo. Y no crean que la Lola está mal pagada por su carguito: alrededor de 70.000 euros al año le paga el Parlamento por presidir la Diputación del Común, una institución que nunca ha servido para nada. Nula. Incluso ha enchufado a gente en la Diputación, pero eso es consustancial con el partido al que pertenece, que no es otro que el PSOE, la madre de todas las batallas. Quien sí trabaja, y mucho, es su adjunto primero del PP, el doctor Antonio Alarcó, que no para y que no sabe qué hacer para que no le oculten las invitaciones que le llegan para asistir a los actos. ¡Se las esconden! Y parece que es porque a Lola no le gusta que sus adjuntos cobren protagonismo. Pero, coño, ¿qué es lo que ocurre aquí, caballeros y caballeras? Ni siquiera le pone a Antonio una secretaria para que le organice el despacho. Dice que no le hace falta, que para eso ya está la suya de ella. Bueno, voy con más.
Luisi Castro, por tercera vez, volverá a ser desde este fin de semana la alcaldesa de Güímar, tras la última crisis municipal que apeó del cargo al hasta ahora alcalde. Luisi Castro, discípula política de Tita Díaz, que sí fue una gran alcaldesa, es la tercera vez que accede al cargo, ya lo dije. Esperemos que no tire una línea en el suelo para separar Güimar de Arafo, como hizo en el polígono, si mal no recuerdo. Luisi tiene experiencia y es una persona querida en Güímar, de esto no tengo duda. Y me han hablado de otra cosa que puede suceder, pero que yo creo que no va a suceder. Y me explico. Se decía que Emilio Navarro, el alcalde de Santiago del Teide, iba a formar un nuevo partido político para cuando toquen elecciones locales, en mayo del 27, me parece, presentarse como independiente.
Pero, claro, vista la ola del PP no creo que ahora sea el mejor momento para separarse del partido que lo puso ahí y en el que ha ocupado diferentes cargos orgánicos y municipales. O sea, que yo creo que sería un error estratégico apartarse del PP, ahora que existe un tsunami de la derecha contra el felón de La Moncloa; y estropearlo todo. Porque puede que entonces el PP le presente un candidato alternativo y le adelante por la derecha al bueno de Emilio. A quienes le están soplando en la oreja –comiéndole la oreja, vaya— que se queden quietitos y quietitas y que no lo aconsejen mal. Y termino, por hoy. Si alguien que haya estudiado Medicina en los últimos 50 años y le haya sobrevenido un mesotelioma, que es un cáncer muy agresivo y del que se mueren 300 personas al año en España, o sus familiares si el enfermo ha muerto, que se prepare la Universidad de La Laguna en los tribunales para soltar pasta. Porque el techo de la Facultad de Medicina es de asbestos, que es el material que, directamente, produce el mesotelioma. Y nadie le pone remedio al asunto y se trata de algo muy serio. Los alumnos, el personal administrativo y los profesores de esa facultad y de algunos otros departamentos corren riesgo de padecer mesotelioma al pasar horas y horas bajo un techo de asbestos y esto les puede traer consecuencias trágicas. No hace mucho, la familia de un trabajador de TVE que hacía crítica musical le sacó un pastón a la cadena pública al morirse este hombre de un mesotelioma. El que avisa no es traidor, pero parece que aquí se dicen las cosas y se las lleva el viento. Pues al loro.
