

Cajasiete acaba de celebrar su asamblea anual con unos datos que hablan del crecimiento de la entidad rural cooperativa tinerfeña, que ya es algo más que eso. Los beneficios, antes de impuestos, superaron los 64 millones de euros y la caja tinerfeña mantiene un ratio de capital nivel 1, con el 21,8%. Muy pocas entidades de su rango en este país, y aún de rango superior, han logrado este nivel de solvencia. Cajasiete se ha colocado en un lugar muy alto en las preferencias bancarias de los tinerfeños, con una red de oficinas muy bien distribuida y un personal muy cercano al cliente, además de unos cajeros automáticos de los más modernos de la banca española, que permiten realizar todo tipo de operaciones sin siquiera entrar en las oficinas.

Cajasiete está remodelando su sede principal de la avenida Manuel Hermoso, en Santa Cruz, para hacerla más funcional, y ha realizado varios nombramientos en sus altos cargos. Así, Manuel del Castillo, hasta ahora director general, pasa a presidir la entidad, y Fernando Berge, el anterior presidente, ha sido nombrado presidente de honor y seguirá al frente de la Fundación Caja Rural Pedro Modesto Campos. El nuevo director general es, a partir de hoy, Luis Alberto Díaz Dorta, que hasta este momento ejercía como subdirector general de la entidad. Los beneficios antes de impuestos, como he dicho antes, se sitúan en 64,7 millones de euros y la cartera de clientes y de cooperativistas ha subido de una forma espectacular en el último año.

Cajasiete tiene 466 empleados en las siete Islas Canarias y su red de oficinas ha demostrado un ratio altísimo de eficacia, fruto de una política racional de expansión llevada a cabo por la caja tinerfeña. La entidad cooperativa se ha convertido en una de las entidades bancarias favoritas de la región, con atención especial al sector agrícola, sin dar la espalda a otros como el turístico. Se trata de una organización que prestigia el sector, muy bien considerada entre las de su rango en toda España, con una cartera de seguros que empieza a ser importante y que, además, da la sensación de continuidad en la gestión, como lo demuestran los nombramientos que hemos citado. Todos ellos han recaído en personas con muchos años de servicio en Cajasiete.





