Han encontrado a un soldadito español, muerto, en territorio ruso. Dicen que luchaba a favor de Ucrania. Ya se sabe, soldadito español, soldadito valiente. Dicen que Zelenski, lejos de amilanarse ante el fracaso de las negociaciones de paz, se ha cargado a tropecientos bombarderos rusos con drones de afinado disparo y ha atentado, con cierto éxito, contra el imponente puente de Crimea, al que ha afectado en sus cimientos. O sea, que ha aislado a Crimea, o puede lograrlo si Rusia descuida ese frente. Son muchos frentes para Rusia. Yo estoy con Zelenski porque siempre estoy con el débil y me dan ganas de irme a Ucrania, no a disparar, porque no mato ni una mosca, sino a ver cómo los ucranianos –los cursis dicen ucranios— viven en Kiev de puta madre, mientras a cien kilómetros se matan a misil limpio. Yo no entiendo las guerras de ahora, me quedé en las de antes. En las guerras de Gila: “¿Está el enemigo? Que se ponga”. Esas sí que eran guerras, no las de hoy en día, en las que las mafias de Gaza se infiltran entre los pobres hambrientos que van a recoger la pasta y el arroz, los soldados israelitas disparan, en medio de la confusión creada, las mafias se llevan los sacos –las mafias de Hamás–, la gente sigue muerta de hambre y los israelitas pasan a la historia como asesinos. Porque esta es la película. Todo el mundo va a la mamandurria, al negocio, la gente buena nunca consigue la paz, la gente hambrienta no come, comen los que están hartos, los poderosos, los que –en ese caso— reciben los dólares de Irán, los que trafican con todo lo que pueden, las mafias. Porque donde hay un conflicto nace una mafia. La mafia no muere nunca, sino que se traslada de lugar. Es terrible, hay muchas mafias por cada guerra. Yo no conozco ni a la mafia rusa, ni a la mafia ucraniana, pero tengan ustedes por seguro que ambas existen. Hamás construía sus refugios terroristas bajo los hospitales, para que cuando Israel atacara a sus sanguinarios líderes, culpar a los judíos de asesinato. Cuando un jefazo más corrupto que sus colegas de un movimiento terrorista se escapa con una maleta llena de dólares, la facción terrorista rival le dispara y le quita la maleta. Es la ley de Oriente Medio: matar al otro. Pensándolo mejor, no iré a Ucrania, aunque no esté en Oriente sino en Occidente, pero se están matando igual. ¿A qué? ¿A que me liquiden? Prefiero morirme solo.
lunes, 1 diciembre,2025





