- Publicidad -
Cajasiete
martes, 2 diciembre,2025

Y llegó el tercer carril

El Boletín Oficial de Canarias ha publicado el anuncio que pone en marcha el expediente de expropiación forzosa necesario para construir el tercer carril de la autopista TF-5 entre Guamasa y el Aeropuerto de Tenerife Norte, en sentido Santa Cruz.

Es un trámite muy técnico, pero marca un antes y un después en un proyecto que lleva años sobre la mesa y que pretende aliviar uno de los mayores símbolos de los atascos en Tenerife: la autopista del Norte.

El tercer carril entre Guamasa y el aeropuerto no es una idea reciente. Su proyecto se sometió por primera vez a información pública en 2019 y forma parte de la batería de actuaciones recogidas en el convenio de carreteras entre el Gobierno de Canarias y el Estado y en un acuerdo específico de cooperación con el Cabildo de Tenerife para mejorar la TF-5.

En septiembre de 2025, el Gobierno de Canarias aprobó definitivamente el proyecto constructivo. La obra tiene un presupuesto de algo más de 66 millones de euros y un plazo estimado de ejecución de unos 35 meses. El trazado abarca aproximadamente 3,6 kilómetros: desde el cruce de Guamasa (en torno al punto kilométrico 15) hasta el enlace de San Lázaro (sobre el kilómetro 11,4), donde la autopista ya dispone de tres carriles en sentido Santa Cruz.

El proyecto no se limita a “pintar” un carril más. Incluye la adecuación del firme, mejoras de drenaje, la construcción de varias estructuras, la reposición de servicios afectados y la remodelación de enlaces clave como los de Guamasa, San Lázaro y El Púlpito, además de la creación de un acceso directo al aeropuerto Tenerife Norte. Las administraciones que lo impulsan lo presentan como una pieza estratégica del corredor metropolitano norte: una obra diseñada para aumentar la capacidad de la vía justo en el cuello de botella de entrada al área Santa Cruz–La Laguna.

La TF-5, una autopista al límite

Para entender por qué este proyecto genera tanta expectación y también tanta polémica, hay que mirar a los números. Según datos del Cabildo insular, difundidos por la prensa local, el tramo con mayor intensidad de tráfico de toda la isla se sitúa precisamente entre el aeropuerto Tenerife Norte y el parque de bomberos de La Laguna, con algo más de 109.000 vehículos al día. Otros tramos muy próximos, como el comprendido entre la rotonda del Padre Anchieta y el campus de Guajara, superan también los 100.000 vehículos diarios.

Estas cifras colocan a la autopista del Norte entre las vías con mayor carga de tráfico de España. Medios locales han llegado a comparar sus datos con los de la M-40 de Madrid, tradicionalmente citada como la carretera más saturada del país. La diferencia es que la TF-5 lo soporta con menos carriles y en una isla donde el coche privado sigue siendo, en muchos casos, la única alternativa real para ir a trabajar o estudiar.

La presión se nota sobre todo en las horas punta. Un reportaje reciente señalaba que, entre las 6:30 y las 10:00 de la mañana, el volumen de tráfico en la TF-5 puede alcanzar unos 4.500 vehículos por hora. Y no se trata solo de minutos perdidos. Una asociación vecinal del Norte estima que hay trabajadores que llegan a perder de media dos horas diarias atrapados en colas, lo que se traduce en alrededor de 30 días al año dentro del coche, tiempo que se resta a la familia, al descanso o al ocio.

Ese atasco crónico tiene también un rostro psicológico. Especialistas consultados por medios de comunicación han alertado del aumento de la ansiedad, la frustración y la sensación de improductividad entre quienes cada día se juegan llegar o no a tiempo al trabajo, a una consulta médica o a recoger a los hijos. El estrés acumulado se suma al riesgo de accidentes y a una percepción creciente de que la carretera se ha convertido en una especie de frontera diaria que condiciona la vida en la isla.

Entre el asfalto y el cambio de modelo

Ante este escenario, el tercer carril se presenta, para sus defensores, como un paso obligado. El Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife insisten en que la obra permitirá reducir los tiempos de desplazamiento, mejorar la seguridad y ganar fluidez en uno de los tramos más conflictivos de la red viaria. Según sus estimaciones, la actuación beneficiará directamente a más de cien mil conductores al día y encaja con otras medidas en marcha, como el cierre parcial del cruce de Guamasa en horas punta o el ajuste de horarios en la Universidad de La Laguna, que ya calcula haber retirado unos 500 vehículos de las colas gracias a la entrada escalonada del alumnado.

Sin embargo, no todo el mundo comparte esta visión. Colectivos vecinales de la zona de Guamasa llevan meses quejándose de la falta de información directa sobre cómo les afectará la obra, más allá de lo que se anuncia en ruedas de prensa. Plataformas ciudadanas y voces críticas en el ámbito académico recuerdan, además, una idea muy repetida en los debates de movilidad: los nuevos carriles tienden a llenarse con el tiempo si no van acompañados de cambios profundos en el modelo, desde la mejora del transporte público hasta la distribución territorial de empleo y servicios.

A esa crítica general se suma ahora una política. El mismo día de la publicación del anuncio de expropiaciones, el PSOE de Tenerife ha denunciado que, al seguir el expediente en esta fase, el proyecto no podrá licitarse antes de finalizar 2025, pese a los mensajes del Cabildo. La formación socialista sostiene que el tercer carril, tal y como está planteado, es apenas un “parche” que no resuelve de manera integral el problema de las retenciones y que, además, puede dificultar la futura circunvalación de La Laguna, el llamado bypass que conectaría Guamasa con el casco lagunero. Si algún día se ejecutara esa variante, argumentan, resultaría difícil justificar una obra que luego habría que desmantelar parcialmente.

A corto plazo, lo que marca la realidad del proyecto es el boletín oficial. Con la expropiación en información pública, se abre una ventana de 20 días hábiles en la que propietarios y personas interesadas pueden revisar el listado de fincas afectadas y presentar alegaciones para corregir posibles errores. Una vez resuelto este trámite y cerrada la relación definitiva de bienes y derechos a expropiar, la Administración estará en condiciones de avanzar hacia la licitación de las obras.

Redacción
Redacción
Equipo de Redacción de elburgado.com

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img

LECTOR AL HABLA