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Cajasiete
domingo, 25 mayo,2025

Una reina debe guardar las formas: Letizia no se persignó en Valencia, pero se pone velo en las mezquitas.- ¿Por qué no insistió ante su esposo para que ambos estuvieran en Notre Dame?- Aniversario de los escasos miembros que quedan de la Peña El Pichote.- Al final, Leo Hernández comerá él sólo, porque todos se van muriendo. Ni los Teides de Oro de Radio Club matan a tanta gente.

Letizia: hay que cuidar las formas.

Vale, la reina no se persigna poque no es católica practicante, que se sepa. Pero cuando va a una mezquita bien que se pone el velo. Por respeto. Pues por respeto digo yo que debería seguir el rito católico cuando acude, como acudió en Valencia, a una ceremonia religiosa. Yo soy agnóstico, pero me fijo en los detalles. Y esos detalles son feos. Porque demuestran cobardía y una reina no debería ser cobarde, sino todo lo contrario. La gente habla de esto y la ceremonia fue transmitida a todo el país. Una buena oportunidad para mostrarse respetuosa. Por otra parte, la reina es lista y sabe que Notre Dame es un símbolo, más que una catedral. Debió insistir ante su marido para estar en París el otro día, cuando la conmemoración de la restauración de Notre Dame. ¿Por qué no lo hizo? ¿Porque Notre Dame es una catedral católica? Notre Dame es un símbolo del catolicismo y allí estaban hasta líderes musulmanes, como el hermano del rey de Marruecos, aunque éste sea un musulmán light. Los reyes deben dar ejemplo y tenían que haber estado allí, lo mismo que estuvieron en Valencia. España es un país católico, mal que les pese a los que no quieren que lo sea. Y estos gestos molestan. Ambos, el no persignarse en Valencia y la ausencia de París. Los reyes de un país deben ser consecuentes con las creencias de la mayoría de los ciudadanos, que notan la ausencia de los gestos. Hay que ser reina con todas las consecuencias. Letizia, que procede del pueblo –de Asturias y de Rivas Vaciamadrid— es una mujer venida a más, una mujer con suerte. Una mujer con una biografía que tiene charcos sociales en sus páginas que parecen olvidados. Si arrastra dudas de comportamiento debería preguntarle a su suegra, que es una señora curtida en las batallas de la educación y del respeto. Se casó Letizia por el rito de la Iglesia Católica y los obispos españoles y el papa se mostraron laxos con ella y con su matrimonio anterior, lo cual se agradece porque la Iglesia debe ser generosa y, sobre todo, adaptarse a los tiempos. Pues que respete a la Iglesia. Y lo dice uno que no cree en nada y mucho menos en las gilipolladas que a veces contienen los ritos y los testamentos tipo cuentos de hadas.

El arzobispo de París se puso una casulla «canaria».

Por cierto, me encantaron los colorines en las casullas, en París. El obispo de París se vistió con la bandera de Canarias y dio con el mazo en la puerta de Notre Dame, como no se vestiría Fernando Clavijo al compás del arrorró. Hay que ver las vueltas que da la vida: Canarias, a las puertas de París, porque París bien vale una misa. Cambio de tema. Ayer celebró la comida tradicional la Peña El Pichote, de la que ya no quedan sino los restos: se han muerto todos. La comida fue en el Real Casino y tengo la foto que da testimonio de la supervivencia. El decano es Pepe González Carrillo, que cumple este domingo 90 años. Yo no fui poque dije que la celebraran en La Taurina, que me queda más cerca, y Manolo el lotero se empeñó en que fuera en el Real Casino, porque Manolo tiene ínfulas de conde. Pero como es un amigo, se lo perdono.

Peña El Pichote: Supervivientes, de izquierda a derecha: Manolo Gutiérrez, José Ramón Ballesteros, Arturo Trujillo, Leo Hernández y Pepe González Carrillo.

Ayer hablé con Pepe González Carrillo, presidente que fue del C.D. Tenerife. Un superviviente del fútbol y una gran persona. Pepe estaba lamentándose de mi ausencia del almuerzo, pero es que, con los divertículos, tengo que estar trazando mapas para saber dónde depongo, porque si me aparto de la ruta, me cago. Para qué les voy a decir otra cosa. Voy a tener que contratar a un topógrafo para que me haga de lazarillo. De esta peña, el único que quedará vivo es Leo, el hijo del Pichote, que tiene cincuenta y pocos. Al final, un día Leo Hernández Cuevas comerá solo y, ¿saben lo que les digo?, que comer solo es una gozada, sin nadie al lado que te esté metiendo un rollo. De la Peña El Pichote queda ya menos gente que los premiados con los Teides de Oro de Radio Club, que la palman en cuanto reciben el trofeo. Quita pallá, muchacho.

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

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