Bernardo de Gálvez, el militar tinerfeño de adopción que fue gobernador de La Habana y héroe de la batalla de Pensacola contra los ingleses, pieza fundamental en la Independencia de los Estados Unidos, dará su nombre a la nueva fragata FFG 67 de la clase Constellation, el buque de guerra más moderno de la Armada norteamericana. Serán sus madrinas las embajadoras de los Estados Unidos en Madrid y de España en Washington, respectivamente Julissa Reynoso y Ángeles Moreno Bau.
El nuevo buque estará destinado a múltiples misiones. Llevará baterías de misiles guiados y estará indicado en la guerra aérea, guerra antisubmarina, guerra en superficie y guerra electrónica. Tendrá 150 metros de eslora y se trata de uno de los buques más versátiles de la Armada USA. Llevará el logo de USS Gálvez, en honor de quien fuera gobernador de La Habana y de La Louisiana y el militar que dirigió y ganó diversas batallas contra los británicos en tierras americanas.
Bernardo de Gálvez y Madrid (1746-1786), malagueño de nacimiento, vivió su infancia en Tenerife, a donde llegó con cinco años. Su padre, Matías de Gálvez y Gallardo (1717-1784) administró la hacienda realejera de La Gorvorana, cuya casa solariega se conserva, aunque sin ninguna atención por parte de las autoridades municipales e insulares tinerfeñas. Carlos III concedió a su hijo Matías el condado de Gálvez y el vizcondado de Galvez-Town. La ciudad americana de Galvestown fue así bautizada en su honor.
Bernardo de Gálvez vino con sus padres a Tenerife en 1751 para administrar su progenitor la referida hacienda de La Gorvorana, en Los Realejos, antes de ser designado gobernador del castillo de Paso Alto, en Santa Cruz, y lugarteniente del comandante general de Canarias. Ocupó este último cargo hasta 1775 y luego marchó a América con su hijo, alcanzando el grado de teniente general del Ejército. Se estableció en Guatemala.
Su hijo Bernardo, considerado en los Estados Unidos como un héroe de la Independencia, participó en batallas como la de Baton Rouge y Pensacola, entre otras, contra los ingleses. Esta es la primera vez que un militar español, brigadier de los Ejércitos, da su nombre a un buque de alta tecnología de la Armada de los Estados Unidos, el sexto de su clase, que será botado próximamente. Bernardo de Gálvez vivió en Tenerife toda su infancia y parte de su juventud antes de marchar a América y elegir la carrera de las armas, como su padre.
