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El Real Madrid arrancó la fase de Grupos de la Champions 2025-26 con un sufrido triunfo por 2-1 frente al Olympique de Marsella, gracias a un doblete desde el punto de penalti de Kylian Mbappé, que permitió a los blancos remontar y sumar sus primeros tres puntos en la competición continental. El partido también dejó la expulsión de Dani Carvajal por una leve “agresión” sobre el portero/actor rival, Gerónimo Rulli, y la lesión de Trent Alexander-Arnold, complicando el panorama para Xabi Alonso. Arnold tiene rotura fibrilar: dos meses.
El primer penalti sobre Rodrygo fue indiscutible, pero el segundo se lo sacó el árbitro de la manga. Antes hubo otro sobre Mbappé, que no pitó. El Marsella vino a Madrid a entorpecer el fútbol.
El encuentro comenzó fuerte en el Santiago Bernabéu, con un estadio ruidoso y más de 4.000 aficionados franceses en las gradas. Mbappé avisó con una chilena que rozó el poste, y Rulli cometió errores que por poco le cuestan el primer gol al Marsella. Sin embargo, Timothy Weah sorprendió con un rápido 0-1 tras aprovechar un fallo en la salida del balón blanco, silenciando momentáneamente a la afición local.
El Real Madrid reaccionó gracias a un claro penalti cometido por Geoffrey Kondogbia sobre Rodrygo, y Mbappé no falló desde los 11 metros para igualar el marcador. Los blancos dominaron el juego, con casi 30 remates, aunque se toparon con un Rulli en estado de gracia, que realizó 13 paradas y mantuvo a los franceses en el partido. La mayoría de las veces los blancos tiraron al muñeco.
Tras el descanso, Xabi Alonso buscó soluciones con los ingresos de Brahim y Vinícius, pero la situación se complicó con la expulsión de Carvajal por un absurdo y leve cabezazo a Rulli, que se tiró al suelo como si le hubieran disparado con un bazooka. Una ficción de película. Yo los hubiera echado a los dos. Con un jugador menos, el Madrid continuó buscando el gol y, nuevamente desde el punto de penalti tras una mano de Belardi, Mbappé culminó la remontada y firmó su doblete. No fue penalti. Esta vez el árbitro le hizo un favor al Madrid.
En los minutos finales, el equipo blanco se dedicó a cerrar espacios y defender con intensidad, asegurando así el primer triunfo europeo de la temporada, un resultado que refuerza la moral de los de Xabi Alonso a pesar de las adversidades.
El Real Madrid sufrió la pájara desde el minuto 30 y ya no recuperó la normalidad en todo el partido. Un dato: no ganó ni un solo duelo de cabeza. Ni uno solo en todo el partido. Y en las segundas jugadas, Valverde, que es el encargado de resolverlas, no aprovechó ni una sola de ellas. Un partido desastroso. Para olvidar.
