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El presidente Donald Trump ha solicitado con urgencia la publicación de las declaraciones del gran jurado vinculadas al caso de Jeffrey Epstein. Sin embargo, voces cercanas al proceso advierten que estos documentos podrían resultar menos reveladores de lo que se espera en ciertos sectores del trumpismo.
Alan Dershowitz, exabogado de Epstein y habitual comentarista en medios conservadores, señaló que las transcripciones del gran jurado contienen únicamente lo esencial para sustentar una imputación formal. “Lo realmente esclarecedor se encuentra en otro tipo de documentos: las pruebas reunidas durante la fase de instrucción, las declaraciones juradas y los archivos judiciales de casos como el de Ghislaine Maxwell y otros procesos federales, incluido el del príncipe Andrew”, explicó durante una entrevista en el programa Fox News Sunday.
Maxwell, condenada en 2022 a 20 años de prisión, fue durante años una figura clave en el círculo de Epstein. Se le atribuye la organización de numerosos encuentros entre Epstein y mujeres menores de edad.
En un movimiento que generó gran expectación, a finales de febrero el presidente distribuyó entre quince influencers una serie de carpetas etiquetadas como Los Archivos de Epstein: Fase 1. El gesto ha sido interpretado como un intento de capitalizar políticamente el caso en plena campaña electoral.
Dershowitz fue más allá y sugirió que Maxwell podría estar dispuesta a testificar ante el Congreso de los Estados Unidos, siempre que se le conceda inmunidad judicial. “Ella es la piedra de Rosetta. Organizó cada uno de los viajes, tiene pleno conocimiento de todo lo que ocurrió”, afirmó. Según sus fuentes, Maxwell no tendría motivos para ocultar información si su colaboración no conlleva consecuencias legales.
Estas afirmaciones han reavivado el debate en el entorno de Trump, donde se incrementa la presión para que se cumpla su promesa de desclasificar todos los documentos relacionados con el caso Epstein. La posibilidad de que Maxwell comparezca ante el Capitolio podría representar un giro de alto voltaje político en plena contienda presidencial.
La Casa Blanca, por el momento, no se ha pronunciado respecto a la propuesta de Dershowitz. No obstante consideran que la idea es “relevante y potencialmente útil”, aunque reconocen que el Congreso enfrenta serias limitaciones para intervenir en un proceso que aún permanece bajo jurisdicción de los tribunales federales.
Entretanto, Trump insiste en que todo lo relacionado con Epstein forma parte de una campaña de desprestigio orquestada por sus oponentes. Afirma, además, que sus cifras en las encuestas –según él, superiores al 90% entre los votantes republicanos– demuestran que esta polémica no ha afectado su liderazgo dentro del partido.
