¡Submarinistas para proteger al líder carismático!

Llegó el Galgo de Paiporta a Lanzarote, con la Bego y el resto, mientras los submarinistas de la Guardia Civil peinaban el litoral lindante con La Mareta, no sea que los rusos, o tal vez el moro, intentaran atentar contra la vida del líder carismático. Este lo que tiene es más miedo que vergüenza. Vino con él su familia política: la de Illa y la de Zapatero. Todos en Lanzarote dando el coñazo y poniendo la isla de cuatro patas para que la Guardia Civil, en vez de estar atendiendo al ciudadano, lo atienda a él. El perímetro de seguridad de la finca de Patrimonio Nacional de La Mareta se ha ampliado: de 200 a 400 metros y la Guardia Civil se mosquea si alguien, en una embarcación privada, se acerca demasiado por la costa. El Galgo de Paiporta estará en la isla, gratis del todo, hasta el día 23 o por ahí. Solazándose a costa nuestra. El PP es torpe hasta para declarar a alguien non grato, sin tener en cuenta que Coalición Canaria se vende a cualquiera por un plato de lentejas, o por menos, por una pelota de gofio. Da igual, eso de non grato ya he dicho que es una pollabobada que no conduce a nada porque aquí todo el que llega es bienvenido, siempre que no moleste –y este molesta—y que se gaste las perras en un hotel y no arribe de gorrón irredento, a consumir recursos públicos, como es el caso. Pero que los submarinistas de la Guardia Civil hayan tenido que peinar el litoral de La Mareta me parece otra gilipollez, porque este personaje lo único que ha encontrado en su estúpido historial como gobernante es el palo de una escoba, que rozó a un escolta, pero que motivó que el felón saliera huyendo con las patas en el culo de la valenciana Paiporta, donde se cebó la riada. En Lanzarote no va a pasarle nada, sólo lo insultarán, como es habitual, si se atreve a salir a la calle, a no ser que truque alguna foto en un mercadillo. ¿Y la culpa quién la tendrá? No lo duden: primero, Ayuso, y luego la extrema derecha, que es el origen de todos los males de esta España suya (de Pedro), a la que va a dejar pelada con tanto Falcon y con tanta excursión. Así las cosas, yo lo que les deseo a ustedes es un feliz agosto, que yo me quedo en mi casa, que es donde mejor estoy. ¿O no?