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Sánchez sigue huyendo hacia adelante. Y se ha crecido, lo han maquillado menos y ya se le nota el sudorcillo facial cuando se pone nervioso. Ha basado su defensa en un ataque al PP y a Vox, metiéndolos en el mismo saco, y opta por una enfermedad larga, en vez de cortar por lo sano.
No ha ofrecido un solo argumento para apoyar su defensa y sí ha basado su estrategia en ataques al PP y a Vox. Agitó el miedo a la ultraderecha, siguiendo la táctica de la izquierda francesa –que así le fue—y basa su subsistencia política en las críticas a los demás. Yo creo que tiene claro el apoyo de los socios, no sólo de su ejecutiva, lo cual es lógico porque la elige él, y supeditó la corrupción sólo a dos personas, “porque Koldo no entraba en mi círculo íntimo”. Como si el lebranche vasco no trabajara para el PSOE. Para Sánchez, los asuntos judiciales pendientes del PP son causas perdidas para el PP, pero los del PSOE, no, los del PSOE son “supuestos”. Se apoyó en que la economía va bien, pero se le ve a la legua de que a él le va francamente mal la situación política. Se atrevió a decir que el PSOE es una organización “limpia” (joder, si fuera sucia) y se atrevió también a asegurar que la UCO no dice nada de financiación ilegal del PSOE, cuando la UCO lo insinúa bastante claramente. No tiene claro Sánchez que haya habido financiación irregular del PSOE, por ello en la respuesta a esto tuvo que ser tímido. Sánchez parece inseguro e inquieto, aunque yo creo que no se tiene que preocupar por sus socios: los socios, a fuerza de pedirle cosas, seguirán con él. Por eso ha insistido tanto en la moción de censura. Cinco horas duró la ejecutiva socialista, pero todos sus miembros son sanchistas y nadie le tosió, según él mismo. También se refirió a las mujeres y dijo que le repugna lo que se contiene sobre ellas en el informe de la UCO, transcribiendo conversaciones de Koldo e invitados. No citó a las cuatro personas que pilotarán el PSOE hasta el comité federal, una de las cuales aparece en el informe de la UCO, la gerente Ana Fuentes, una persona elegida por Santos Cerdán.
Sánchez dice que ella estará “en el plano técnico”, más que en el ejecutivo. Sánchez insistió en que la crisis se circunscribe a “dos personas”, pero entonces es que no sabe que van a salir muchos más nombres en los informes de la UCO que están pendientes de hacerse públicos. Yo creo que Sánchez usa su técnica habitual: ganar tiempo, vivir al día y él mantenerse a toda costa en el poder, consciente de que un fallito más ya no lo podría resistir. Una periodista de La Sexta le preguntó que si podría salir otra grabación de Koldo en la que apareciera él comprometido. Y entonces le empezó a sudar el bigote y, con voz muy queda, respondió que no; así, escuetamente. Repito que yo creo que los socios lo van a apoyar, porque todos los socios cobran sueldos y también cobran prebendas para sus organizaciones y territorios y Pedro Sánchez siempre se ha bajado los pantalones ante ellos. Sánchez terminó la rueda de prensa abruptamente, aduciendo que no había almorzado. Ni los periodistas tampoco. Parece que tenía miedo a más preguntas, aunque durante su intervención no hizo sino marear la perdiz. Sánchez mintió una vez más al reconocer que no sabía nada de nada de la presunta corrupción de Ábalos y de Santos Cerdán, y del propio Koldo, pero nadie se lo va a creer a estas alturas. Y volvió a la vieja táctica de la huida hacia adelante, apareciendo ante las cámaras dos veces en cuatro días, cuando hacía meses que no aparecía por ninguna parte. Esto demuestra que quiere morir matando, porque se refirió más a los casos de resolución judicial pendientes del PP, algunos desde hace más de diez años, y a la foto de Feijóo con el famoso narco, cuando no se había inventado el color, cuando son más graves sus fotos con Koldo, con Cerdán y con Ábalos; digo yo, no sé ustedes. No habrá superdomingo electoral, sino que las municipales irán por un lado y la legislativas por otro. Yo les digo algo, con mi olfato de viejo: si hay segundo y tercer informe de la UCO, Sánchez cae. O si Aldama abre el sobre (ver El Volantín Trepador). Si no, resistirá. Su partido no tiene fuerza territorial para desobedecer al líder y, además, Sánchez, que es un mentiroso compulsivo (por eso lo pongo en cuarentena), ha dicho que todos los miembros de la ejecutiva federal lo han apoyado. Por cierto, Santos Cerdán ha dimitido como diputado y Ábalos pasa al Grupo Mixto, tras su expulsión del PSOE, dieciséis meses después de presuntamente meter la mano en la cesta de las manzanas; y que se supiera. Más o menos este es el resumen de una comparecencia que se retrasó cuatro horas, las que necesitó supongo que Ana Renedo, o quizá otra profesional, para maquillarlo, a 331 euros por sesión, lo que nos costó el año pasado 41.810 euros a los españoles (cuando lo maquilla en el extranjero es más cara la sesión). Este es el precio del maquillaje de Sánchez. Ah, y encima se atrevió a hablar de su “agenda internacional”, lo que le mantendrá fuera de España hasta el comité federal del 7 de julio, parece que en Madrid. Chiquita cara la del nota.
Desde el PP le contestó Borja Semper diciéndole que disuelva las Cortes y convoque elecciones, porque una moción de censura es un balón de oxígeno para el sanchismo. En cierta manera tiene razón. ¿Dirán más cosas Ábalos, Cerdán y Koldo? No sé, los socialistas hablan poco porque temen las represalias. Son rencorosos los jodidos. Pero cuando se vean con la soga al cuello, a lo mejor se ponen a colaborar con la fiscalía anticorrupción. Sería una gozada.
