En el cierre del encuentro del Partido Socialista Europeo, realizado este fin de semana en la capital neerlandesa, el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, propuso establecer un sueldo base unificado para los empleados en todos los estados miembros de la Unión Europea. Ante una audiencia compuesta por cientos de delegados de formaciones progresistas del continente, el dirigente del PSOE subrayó que «es responsabilidad nuestra asegurar que la UE brinde un futuro más próspero a sus habitantes, con un salario mínimo compartido en todo el bloque».
Sánchez insistió en la urgencia de fortalecer el componente social de la integración europea, alertando sobre los riesgos que acechan a las conquistas laborales y a los sectores medios, logradas tras años de esfuerzo. Por ello, defendió la promoción de puestos de trabajo decentes en toda la comunidad. Asimismo, abogó por salvaguardar los sistemas públicos de sanidad y enseñanza, implementar políticas que hagan más accesible la vivienda, avanzar en la descarbonización para garantizar un entorno saludable y combatir las brechas sociales.
Durante su discurso, el presidente español no escatimó en críticas hacia los partidos conservadores tradicionales, a los que acusó de alinearse cada vez más con las posiciones extremistas. «En España, como en otros lugares, los moderados de derechas han terminado orbitando alrededor de la ultraderecha», señaló, reprochando que hayan cedido terreno al imitar sus discursos y agendas. Advirtió que esta estrategia de mimetismo podría llevarlos a ser absorbidos por esos grupos radicales.
Sin aludir directamente al Partido Popular, Sánchez arremetió contra aquellas fuerzas políticas dispuestas a limitar libertades fundamentales, como el acceso al aborto, cuestionar la crisis ambiental, bloquear normativas sobre memoria histórica o debilitar las iniciativas contra la violencia machista. «Están erosionando los pilares de nuestra democracia», denunció, agregando que lo hacen por mera supervivencia electoral.
El líder socialista hizo un llamado a la cohesión entre las corrientes de izquierda y progresistas, enfatizando la importancia de actuar con integridad y sin inconsistencias. «Cada vida humana vale lo mismo, sea en Ucrania, en Gaza o en cualquier rincón del planeta», proclamó, advirtiendo que los dobles raseros socavan la credibilidad ética de Europa y debilitan el orden internacional.
En la jornada, Sánchez sostuvo un encuentro con el presidente de la Generalitat catalana, Salvador Illa, quien también asistió al evento. En su alocución, reivindicó los logros de su administración, citando las previsiones optimistas del Fondo Monetario Internacional para la economía española y el hecho de que más de la mitad de la producción energética nacional proviene de renovables. «Estamos derribando, paso a paso, los mitos obsoletos que la derecha impuso tras la recesión financiera de hace una década», concluyó.
Por último, instó a priorizar en la hoja de ruta europea temas clave como la escasez de hogares asequibles, el impulso a la equidad entre hombres y mujeres, y el refuerzo de las protecciones sociales y laborales para los ciudadanos.





