Salgan de Venezuela

Los Estados Unidos han pedido a sus ciudadanos que no viajen a Venezuela y a los que están en el país, que salgan. El mensaje lo ha difundido con urgencia el Departamento de Estado. El llamado va dirigido, sobre todo, a los directivos de las empresas estadounidenses que aún quedan en el país, que no son demasiados, a pesar de Chevron. Y la medida tiene relación con una posible intervención a gran escala “contra el narcotráfico”, que puede dañar objetivos civiles, aunque se tratarán de evitar por todos los medios. Los famosos daños colaterales. Según algunas agencias de noticias, el domingo puede ser el día “D” de alguna acción puntual contra objetivos del Cártel de los Soles, llamado así porque sus principales integrantes son Maduro, Cabello, Padrino y varios altos mandos venezolanos con soles en sus charreteras (generales), que son quienes están metiendo en los Estados Unidos 30 toneladas de coca al año, por un valor de más de 8.000 millones de dólares. El cártel ha sido declarado grupo terrorista y la recompensa por la captura –o ayuda clave para ser capturados– de los tres citados está establecida en 50, 25 y 15 millones de dólares, respectivamente. En otro lugar de esta edición publicamos una crónica en la que se detalla la fuerza aeronaval que está preparada en aguas cercanas a Venezuela y en los aeródromos de Bonaire y San Juan de Puerto Rico. Maduro ni siquiera cuenta ya con el apoyo de Lula y de Petro, los presidentes de Brasil y Colombia, que no reconocen al dictador como ganador de las elecciones presidenciales fraudulentas que le fueron arrebatadas al legítimo ganador, Edmundo González Urrutia. Venezuela necesita una refundación como Estado y esta va a ser una tarea ardua. Los generales y militares de alto rango, y algunos políticos, han comenzado a enviar a sus familiares a Europa y a países iberoamericanos. España está llena de ellos, que han adquirido mansiones en Madrid y en lugares turísticos de la costa mediterránea, donde pasan más desapercibidos. Puede que el domingo sea el día “D”, según algunas agencias, cuya primera acción sería la destrucción de los aeropuertos en los que opera el Cártel de los Soles, perfectamente identificados por la DEA y por la CIA. Veremos si se confirman estas actuaciones o se dilatan, pero la intervención, tarde o temprano, parece inevitable. Una operación contra la droga, no una guerra contra Venezuela. Esto debe quedar claro, según las autoridades norteamericanas: se trata de proteger de la droga a su propio país.