El Gobierno de Ucrania acusó este sábado (27 de septiembre de 2025) a Rusia de desconectar la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, de la red eléctrica ucraniana desde hace cuatro días y de intentar enlazarla al sistema bajo control ruso, pese a los graves riesgos para la seguridad nuclear. La planta fue ocupada por fuerzas rusas durante los primeros meses de la invasión.
El canciller ucraniano, Andrii Sibiga, calificó estas acciones de “irresponsables” y subrayó que se trata del décimo apagón causado en la planta por las autoridades rusas. En un mensaje publicado en X (Twitter), instó a la comunidad internacional a presionar a Moscú para que detenga lo que denominó “apuesta nuclear”.
Los seis reactores de Zaporiyia permanecen detenidos, aunque requieren suministro eléctrico constante para mantener su sistema de enfriamiento. Sibiga recordó además que esta semana un dron explotó cerca de otra central nuclear en el sur del país y denunció que Rusia ha construido 200 kilómetros de líneas eléctricas con la intención de “robar” la planta y conectarla a la red rusa.
El funcionario consideró que este intento de reconexión podría ser la acción más grave de Moscú hasta la fecha. Además, acusó a Rusia de intentar involucrar al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para justificar el control de la central. “La planta nuclear de Zaporiyia debe ser devuelta a Ucrania, su legítima propietaria”, afirmó Sibiga.
El operador de la central, controlado por el grupo ruso Rosatom, confirmó que desde el 23 de septiembre la planta carece de suministro eléctrico externo y que actualmente depende de generadores diésel de emergencia. Según la misma fuente, hay reservas de combustible suficientes para mantener un funcionamiento prolongado y asegurar el enfriamiento de los reactores. Sin embargo, las autoridades ucranianas acusan a los operadores rusos de ignorar la seguridad nuclear para cumplir órdenes de Moscú.
