Rudolf

La UCO, siempre tan diligente, ha extraído de los papeles, los whatsapps y las cosas de Aldama un nombre en clave, Rudof, que según dice El Debate podría corresponder al presidente que fue del Gobierno de Canarias, y hoy ministro de La Cosa, Ángel Víctor Torres, al que Aldama llama Víctor Ángel y un amigo mío Víctor Pablo. En fin, eso da igual. Es pronto para sacar conclusiones, pero el político canario, que a mí me parece una persona honrada, ya ocupa titulares en diversos medios y se le atribuye, de momento sin pruebas, la intención de ser sobornado con 50.000 euros, que finalmente no cobró. Pues si no los cobró, digo yo que no habrá delito grave, si acaso, si logra probarse, en grado de tentativa, o algo así. Pero me cuesta creerlo. Si yo tengo que hablar a favor de alguien metido en esta trama infecta del PSOE lo haría a favor de Ángel Víctor, con el que sólo he hablado, y por teléfono, una vez en mi vida. Por su trayectoria, me parece una persona honorable, nada sectaria, un socialdemócrata que está ahí por convicción, no por dinero. A lo mejor me equivoco, pero no creo, porque tengo informaciones sobre la vida política de este hombre y me parece que es injusto que se le coloque en titulares con tan poca cosa. Otra cuestión son los sinvergüenzas que tiene como compañeros de partido y otra es el matrimonio situado en el centro de la trama, que tiene una cara que se la pisa, al menos. Luego vendrá todo lo demás, si viniera, que a lo mejor escapan. Y también el Ejército de Pancho Villa de Aldama, Ábalos, Koldo y toda la basca, que parecen más pringados que un pirulí de fresa. Pero me da que en el caso de Ángel Víctor pinchan en hueso, aunque mis manitas no las meto yo en la hoguera por nadie. En fin, que ahora está en la pomada Rudolf, que en teoría significaría Rodolfo, no sé qué tiene que ver Rodolfo con Ángel Víctor, aunque Aldama para los nombres es como otro amigo mío, que no da una con ellos. Mientras esto ocurre en extranjeria –como diría Pepe Monagas–, sin acento en la i, los principales rotativos americanos y británicos hablan de la corrupción en España, del fiasco del congreso del PSOE en Sevilla y del “gran hermano” de Marlasca con los datos que se están pidiendo a los turistas, pero no del funcionario de su ministerio que se tiró por una ventana de un edificio oficial, nadie sabe por qué y todo el mundo está callado como puta. No sé, a mí sigue sin gustarme el andar de la perrita, como decimos aquí en Canarias, aunque la mía, que tiene tres patas, camina como un reguilete, sobre todo cuando toca el cartero el timbre. Y es que el cartero nunca llama dos veces.