¿Qué pasará?

Puede ser que ERC pacte con Illa a costa de una nueva financiación para Cataluña, que eso a Sánchez le importa un pito, y puede que Puigdemont le retire su apoyo a Sánchez en el Congreso y puede ser que nada de esto salga y que se celebren nuevas elecciones en Cataluña para octubre. Puede ser que se carguen la ley de amnistía y puede ser que Sánchez logre colocar a Teresa Ribera, que perdió las Europeas, en un lugar preminente en Europa. Fantástico, todo puede ser, incluso que Sánchez sea papa. Está todo abierto, nos espera un verano divertido y les confieso que a mí me da pereza hasta escribir este comentario de 360 palabras, más o menos. Me produce dolor de cabeza la política de este país. Pero hay otros que están igual, por ejemplo Francia, donde la caída de Macrón va a obligar a Mbappé a retirarse para aspirar a El Elíseo. Hasta los futbolistas se meten en política y no será bueno para Mbbapé si de esto se entera Florentino Pérez, que no habla jamás de política en público. El palco del Real Madrid es un universo, pero tampoco se escucha hablar de política en ese sagrado lugar. España es un caos, pero nadie lo reconoce, ni siquiera con el agobio de la declaración de la renta, que es el morir. Y todo para que estos gandules se lo gasten en combustible para el Falcon, en sueldos de leyenda y en dispendios más o menos onerosos para el contribuyente. Este fin de semana pasado ha sido de lo más aburrido pero ni siquiera Begoña Gómez se ha librado de la obligación de acudir al juzgado del juez Peinado (el día 5, creo), porque han encontrado nuevos papeles contra ella. Ay, Begoña, ¿y si te han trancado? Por eso digo que nos espera un verano movido, pero bien movido, así que ustedes no tienen nada más que esperar. Esperar sentados. Mientras, Mbappé se ha roto la nariz en el partido contra Austria. Bueno, o se ha pegado tremendo golpe. Todo son desgracias, incluso en el fútbol. Esperemos que no sea nada grave.