¿Por qué el rey recibe a un presunto delincuente?

Uno se pregunta por qué el rey Felipe VI recibe en La Zarzuela al presunto delincuente García Ortiz, fiscal general del Estado. ¿Recibiría, en un viaje de estudios, a un supuesto ladrón de gallinas o preguntaría antes por sus antecedentes la Guardia Real? Es una vergüenza que Felipe VI se haya plegado, en las actuales circunstancias, a la costumbre de que el fiscal general lo visite antes de la apertura del año judicial. Esta apertura está viciada, hasta el punto de que magistrados del Tribunal Supremo hayan pensado en un boicot al acto institucional. Fíjense en la maldad de Sánchez y su obsesión por la mentira descarada y falaz que ha aprovechado su absurdo viaje al Reino Unido para arremeter y desprestigiar a la justicia española por haber actuado contra su amigo y correligionario el fiscal, contra su mujer (presunta delincuente) y contra su hermano, que trabajaba tanto y cobraba tanto dinero público que no se acordaba de su lugar de trabajo. Sánchez está enfermo, esto ya parece indiscutible. Varios siquiatras han analizado su comportamiento gestual durante la entrevista con Pepa Bueno y sus conclusiones no dicen nada bueno sobre la salud mental de quien preside el Gobierno. La crispación se ha adueñado de su cuerpo y de su mente y yo sospecho que dentro de La Moncloa, en el entorno familiar, están pasando cosas muy extrañas. De momento, nadie se ha ido de la lengua, pero todo se andará. Sánchez está enfermo de poder, en un caso de los más graves de la historia reciente de España. No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista y va a caer. La cuestión es cuándo. No puede ser más listo que el resto de los españoles. Un día, más pronto que tarde, cometerá un fallo u otros lo cometerán por él y va a terminar corriendo, como en Paiporta. Pero, ¿por que el rey se rebaja y recibe a un presunto delincuente, como es el fiscal general? Mal aconsejado Felipe VI. Y un rey mal aconsejado no puede ser un buen rey. A Pedro Sánchez sólo le queda cambiar de sastre. El que tiene actualmente toma mal las medidas y en sus chaquetas caben dos.