Ni Maduro, ni Daniel Ortega, ni ningún otro dictadorzuelo latinoamericano mejoraría la maniobra de Sánchez y de sus buitres leonados para desmantelar a la UCO, la Unidad contra el Crimen Organizado de la Benemérita y para desprestigiar a su jefe, el honesto y competente teniente coronel Balas. Sánchez sigue ahí, pero se le están descosiendo las tripas: ha dimitido el número dos de Marlaska en Interior porque ya no soportaba lo que estaba viendo, seguramente. La huida de Rafael Pérez es un toque de corneta. Igual le sigue el ministro Marlaska, quién sabe. Los fontaneros del PSOE y del Gobierno se han quitado los monos y las capuchas que ocultaban sus rostros, y las caretas, tras haber acudido, a la desesperada, a prácticas mafiosas, como bien ha dicho Feijóo, en un ramalazo de lucidez. Han sido descubiertos. Las tácticas de Pedro Sánchez y de sus amigos contra la UCO y su jefe, que es la unidad más prestigiosa de la Guardia Civil que trae en jaque no sólo al PSOE sino a quien lo merezca, han quedado al desnudo. Sánchez llegará un día en el que no sabrá dónde meterse, si es que no acaba en la cárcel, que no parece probable, porque tampoco han acabado otros que lo merecían. Eso lo tendrán que dirimir los jueces, en todo caso. Pero ha tirado demasiado de la cuerda, actúa irracionalmente, se ha visto obligado a esconder a su mujer, tiene un caso muy jodido con su hermano y el Tribunal Constitucional y la Fiscalía no le dan para sobrevivir. Queda también Europa, pero la encandilada Von der Leyen no se entera de verdad de lo que está ocurriendo en España. Y personas que yo creía sensatas como Marlaska y Margarita se llama mi amor, uno, dos, uno dos, tampoco acaban de desprenderse de la ubre gubernamental, así que uno no sabe qué pensar tampoco de ellos. Me parece que con la UCO han tocado en hueso, porque el cuerpo militar que fundó el Duque de Ahumada es una institución muy arraigada en la sociedad española, muy prestigiosa y con algún que otro lunar, como el de Tejero, aquella vez en el Congreso. Pero en el haber hay mucho más que en el debe. Ahora Sánchez, como ya dije, se descose por sus tripas podridas y se le ve físicamente deteriorado. Su papel de guaperas ya no le vale, ni siquiera ante la encandilada europea que no se entera de nada, pero supongo de que alguien le informará de lo que este iletrado portero de discoteca está haciendo en un país que se llamaba España y que ahora se llama Dos Españas. O tres. O más.
martes, 2 diciembre,2025





