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martes, 2 diciembre,2025

Los amos del mundo

Primero fue Wall Street, luego Sillicon Valley, lo cierto es que los amos del mundo fueron quienes se introdujeron en el orbe de las finanzas y en el de la tecnología, tras la llegada de Internet. Todo esto se ha diluido y ahora existe una mezcla de ambos, relacionada con el poder. En un principio, las dos corrientes estaban relacionadas con la ganancia económica, luego se encontraron más cerca del poder que del dinero y finalmente se produjo la fusión, nuclear por supuesto, entre dinero y poder. A ello se unió la política, que lo destroza todo y que trae consigo el expansionismo y la avaricia territorial. Es lo que está ocurriendo en un mundo sin control en el que han irrumpido hombres de dudosas convicciones –Putin, Trump y Musk— que sólo aplican la lógica aplastante a sus actuaciones, sin tener en cuenta que hasta la lógica aplastante –la negación y el rechazo de lo woke, por ejemplo, y de la inmigración incontrolada— deben tener cortafuegos. Parece claro que el mundo ha dado un cambio radical, cuyo inicio es reciente y que se va a prolongar en el tiempo. Como dicen los cursis, hay un cambio de paradigma que no ha hecho sino empezar con la llegada de estos y de otros más al poder. La extrema derecha, por ejemplo, no es otra cosa que el resultado de una pésima gestión de la izquierda y de la irrupción en el tablero del mundo de la extrema izquierda, como es el caso de España y de Francia. Que no se lamenten ahora porque los culpables son ellos y sus propios excesos. España, un país sin influencia alguna ni en Europa y mucho menos en el mundo, conoce sus peores momentos gracias al crecimiento de lo woke, alentado por la izquierda analfabeta que ha subido al poder porque la derecha, sobre todo la derecha de Rajoy, no dio la talla. El último gran presidente que tuvimos fue Aznar y el anterior, Felipe González. Eran hombres de Estado. Rajoy fue un registrador de la propiedad y Feijóo, que no ha tocado poder, es un presidente autonómico, que se saltó el Principio de Peter y está ahora gobernando el PP. La historia es más sencilla de lo que parece y Sánchez no es más que un patán con afanes de dictador, que cogió a un partido en almoneda y lo subastó metiéndose a sus bases en el bolsillo por no sé qué extraño sortilegio y en un momento de bajona del PSOE. Pero es un patán que no tiene rubor ni siquiera para colocar donde hay dinero a su hermano y a su esposa (“yo no quiero que me den, sino que me pongan donde hay”, frase atribuida a Carlos Andrés Pérez), ni en copiar su tesis doctoral. Estos son sus avales. Pero ni siquiera Europa entiende ya de avales. Ni, por lo que se ve, tampoco de moral.

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

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