Londres vivió el sábado una de las mayores operaciones policiales contra manifestantes en una década. Más de 500 personas fueron detenidas en una concentración en la plaza del Parlamento para mostrar apoyo a Palestine Action, un colectivo declarado organización terrorista por el Gobierno británico en julio, lo que convierte cualquier manifestación de respaldo en un delito castigado con hasta 14 años de prisión.
Comenzó con cientos de personas que portaban pancartas como “Me opongo al genocidio. Apoyo a Palestine Action”. El grupo convocante, Defend Our Juries, calificó el gesto como un acto de resistencia colectiva en defensa de los derechos civiles y del pueblo palestino. Sin embargo, el despliegue policial fue inmediato: según la Metropolitan Police, 522 personas fueron arrestadas por apoyar a una organización terrorista y otras diez por diferentes delitos, entre ellos, agresiones leves a agentes.
Datos oficiales revelan que prácticamente la mitad de las personas detenidas tenían más de 60 años, con varios participantes que se aproximaban a los 80. Entre los detenidos hubo figuras conocidas, como el poeta Alice Oswald y el exasesor gubernamental Sir Jonathon Porritt, ambos arrestados a pesar de su perfil público.
El arresto masivo ha sido calificado por organizaciones como Amnesty International y Greenpeace como una grave amenaza a los derechos democráticos, acusando al Gobierno de usar la ley antiterrorista para silenciar protestas políticas legítimas.
Por su parte, la secretaria del Interior, Yvette Cooper, defendió la acción gubernamental, insistiendo en que los arrestos obedecen a razones de seguridad nacional y que el derecho a protestar no puede amparar el apoyo a organizaciones peligrosas, aunque se trate de manifestaciones pacíficas.
Palestine Action fue prohibido tras varios actos de sabotaje, incluyendo el vandalismo contra aviones de la RAF.
