Les da igual

Miles de personas se manifiestan en Madrid contra la política de Sánchez y contra sus formas y él y los suyos se ríen. No les afecta, les da igual. Han hecho del cinismo una forma de vida y les importa un pepino que se manifiesten cien mil que doscientos mil. Ya se encargarán ellos de minimizar la presencia de ciudadanos, falsificando descaradamente las cifras de asistentes. Estos tipos son unos cínicos y caraduras a los que España les importa un pito, sólo desean su supervivencia y por ella luchan. ¿O es que no vieron el cinismo de Bolaños cuando respondía al juez Peinado? Es que saben que si son condenados, probablemente un tribunal político socialista, como es el Constitucional, los va a indultar. Porque el Constitucional es hoy un tribunal de apelación socialista, no un tribunal de garantías constitucionales. Y no les da vergüenza, no conocen el valor de la democracia. Desde luego, si tuviéramos la desgracia de una nueva legislatura de Sánchez, España no la podría aguantar. Yo no quiero ni pensar en esa posibilidad, que existe. No porque pueda ganar, que jamás ha ganado nada, pero hará todo lo posible y lo imposible por gobernar. Y cuando digo todo es todo, incluso imitando las deleznables maneras de los dictadores de las repúblicas bananeras que dejamos como herencia en Latinoamérica. Sánchez es un cáncer para España, un dictadorzuelo de aldea, incapaz de trabajar por algo que no sea él mismo y su familia. Y su Gobierno se ha convertido en una panda de cretinos, incapaces de hacer que los trenes funcionen, que los aeropuertos no se conviertan en refugio de indigentes, que Hacienda no persiga al ciudadano, que el propio Gobierno no sea un nido de enchufados. Pero, ¿saben lo triste? Que los otros son iguales. ¿O no nos persiguió fiscalmente Montoro, con saña, mientras él disfrutaba de un despacho de tráfico de influencias del que nunca más se ha hablado? ¿Y los idiotas de Rajoy y de Soraya, incapaces de resolver el asunto catalán cuando lo tuvieron a huevos? España lo que necesita son políticos, da igual de qué signo, que no trabajen para ellos ni para sus partidos sino para el país. Uno echa de menos aquellos de la Transición, que supieron hacerla de una manera ejemplar. Lo dejo aquí, porque da igual lo que yo diga. No lo puedo arreglar y además tengo un catarro infinito y ando de muy mala leche.