En un tono de advertencia contenida, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha anunciado que Moscú tiene «lista» una respuesta a cualquier «medida hostil» de la Unión Europea (UE), como el despliegue de tropas continentales en Ucrania o la confiscación de los miles de millones de euros en activos rusos congelados desde 2022. La declaración, pronunciada este miércoles durante su intervención anual ante el Consejo de la Federación.
«Responderemos a cualquier medida hostil, incluido el despliegue de tropas europeas en Ucrania y la expropiación de activos rusos. Y ya tenemos lista una respuesta», afirmó Lavrov, subrayando que Rusia «no tiene intención de entrar en guerra con Europa» ni «se nos pasa por la cabeza tal idea». Estas palabras responden directamente a las recientes declaraciones de la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, quien el martes defendió el uso de los fondos rusos inmovilizados como un «punto de inflexión» para financiar la reconstrucción ucraniana y criticó la «falta de presión» sobre Moscú en las charlas lideradas por Estados Unidos.
El situación es el de una guerra que se prolonga más allá de los mil días, con Rusia acelerando ofensivas en el este ucraniano –como el asalto a Pokrovsk– mientras el presidente Volodímir Zelenski presenta contrapropuestas a Washington sobre garantías de seguridad y fin del conflicto. Lavrov acusó a la UE de «frenar artificialmente» el proceso de paz e «incitar» a Kiev a pelear «hasta el último ucraniano», alegando que Bruselas sufre un «agotamiento» financiero y busca «saquear» los activos rusos para sostener su apuesta bélica. En un guiño a la fractura occidental, el canciller ruso elogió al presidente estadounidense Donald Trump por «comprender las razones» de la invasión, contrastándolo con las nuevas sanciones impulsadas por el actual Gobierno de EE.UU.
Desde Moscú, la postura es clara: Rusia mantendrá un «rumbo independiente» en su política exterior, priorizando alianzas con socios «en igualdad de condiciones» y rechazando revisiones a su doctrina. Fuentes diplomáticas europeas no han emitido una réplica inmediata, pero el debate en Bruselas sobre el despliegue de contingentes –aún en fase hipotética– y la expropiación de unos 300.000 millones de euros rusos gana urgencia ante el estancamiento en las mesas de diálogo.
Esta escalada retórica podría complicar los esfuerzos de mediación de Trump, quien ha presionado a Zelenski para aceptar un «plan de paz» en días. Mientras, la UE camina sobre un alambre: defender a Ucrania sin avivar un fuego mayor con Rusia.
