
Anoche tuve una larga conversación telefónica, él en Mallorca, con Tomás Cano Pascual, delegado que fue de Spantax en Tenerife y fundador, uno de ellos, de la compañía Air Europa, de la que fue CEO. Tomás asesora ahora a algunas empresas extranjeras, tras su jubilación como directivo de empresas aeronáuticas. De varias. Acaba de llegar de Surinam, el país fronterizo con Venezuela y con Brasil, un país rico, mal explotado y con muchísima selva. Y me ha mandado unos videos muy bonitos, tomados en vuelo, en una Cessna 208 Caravan, especialmente preparada para operar en condiciones adversas, con un motor más potente y capaz de resistir las pistas de tierra de la selva de Surinam. Tomás, a pesar de estar ahora más dedicado a la familia que a otra cosa, me habla maravillas de aquel país, que está saliendo a flote porque es riquísimo en oro, piedras preciosas y petróleo, que depende económicamente de sus exportaciones, sobre todo a Suiza, supongo que por el oro, un país –Suiza– que absorbe el 47,7% de las exportaciones de Surinam.

Muy interesante lo que me cuenta de ese estado independiente, que perteneció administrativamente a Países Bajos, creo que hasta 1975, y que todavía tiene una gran dependencia comercial de Holanda. Voló desde Amsterdam a Paramaribo (se escribe de diferentes formas, vamos a dejarlo así), en un vuelo de nueve horas. Yo pensé que era mucho más tiempo el necesario para llegar hasta allí. Es un país de sólo 623.000 habitantes, tres veces más pequeño que España, y más de la mitad de ellos viven en la capital. Me ha contado sus experiencias y la verdad es que son apasionantes. Mira que he estado veces en Venezuela, pues jamás se me había ocurrido viajar a Surinam, ni tampoco desde Brasil, donde también he estado en varias ocasiones. Bueno, me contento con lo que me dice Tomás porque a mi edad ya no se me ocurre coger un avión desde Amsterdam y volar hasta Surinam para ver la selva. Ni de coña. Tomás Cano es un clásico en el mundo de la aviación en España, con una dilatada trayectoria en la que ha habido de todo, días buenos y días malos, pero siempre con un entusiasmo sin límites en su profesión. Recuerdo que era muy amigo de Marta Estades, una ex azafata que llegó a ser co-propietaria de la compañía aérea española Spantax con la familia Bay. Una familia muy ligada también al mundo de la aviación. Las cosas han cambiado mucho, pero Tomás sigue estando al día en la industria y es un auténtico especialista en auditorías y gestión de compañías aéreas, que está disfrutando ahora de una merecida jubilación. Con respecto a Surinam, mi amigo Opelio Rodríguez Peña, presidente que fue del Casino de los Caballeros, delegado que fue también de Información y Turismo, me contaba que una vez a su amigo el ingeniero Pepe Oramas se le ocurrió ir a visitar Surinam. Se le metió en la cabeza. Se empeñó tanto que fue allí y vino el hombre desolado con lo que encontró. Pero las cosas parece que han cambiado a mucho mejor en el país de Sudamérica, tan poco conocido. Cambio de asunto. Largo puente de Reyes. Desde el viernes al martes, la gente no hará nada. Ni puto golpe. Comienzan algunas rebajas de enero, antes de Reyes, en ciertas tiendas poco ortodoxas que ya las han puesto en vigor, vulnerando la normativa, me parece. O no sé si me he quedado antiguo y ya no se prohíben las rebajas antes del 7 de enero, día en el que todo el mundo cambia lo que le han regalado porque no le gusta. Hay un artículo muy bueno sobre el consumismo en esta edición de nuestro colaborador Gabriel Suárez González. Les recomiendo que lo lean. Y, en fin, por hoy es todo. Mañana, martes, seguirán las compras de Reyes y a lo mejor les cuento cosas nuevas. Aunque no muchas porque es fin de año y habrá que dar una tregua a la información, como hacen todos los periódicos de España. Ni siquiera salen los diarios impresos, me parece.





