⏱ 5 min de lectura
Un tipo de Mali, o de por ahí, acogido en un centro de inmigrantes, viola a una joven de 21 años en Alcalá de Henares (Madrid), la agrede brutalmente y luego se hace un selfie con ella, supongo que para enviarlo a su país y que allí propaguen su hazaña. La gente se manifiesta, sale a la calle a protestar, el pueblo está asustado, las estadísticas certifican un aumento de las agresiones sexuales en los últimos años y la policía no se presenta para que hechos como estos no se produzcan sino para aporrear con violencia a los manifestantes. ¿Pero qué nos está pasando? ¿Quién manda en este caos? ¿Es que tampoco podemos defendernos, protestar para que nos defiendan? No me extraña. Yo llamé a la policía hace unos días porque unos individuos entraron en mi edificio, que tiene cuatro viviendas solamente. Armaron tremendo escándalo en mi calle, en el centro del Puerto de la Cruz. Salí al balcón para pedirles silencio –era de madrugada— y comenzaron a tirarme latas de cerveza. Llamé al 112 y la policía no se presentó. Le conté al operador del 112 lo que me estaba ocurriendo, la conversación debe estar grabada, porque eso sí, lo graban todo. No se presentó ni un coche patrulla para protegerme. Les confieso que me sentí indefenso, porque los tres individuos que tocaron de madrugada en todos los timbres del edificio me asustaron, entraron en el portal, salieron luego a la calle, me lanzaron latas de cerveza al balcón. ¿Qué hubiera ocurrido si aporrean la puerta de mi piso y pretenden invadirlo? ¿Tampoco habrían acudido en mi auxilio los agentes? Ustedes se preguntarán si presenté denuncia. No, ¿para qué? Ya pedí auxilio por teléfono. La denuncia tendría el mismo efecto que la llamada y además ya no iban a detener a los agresores. Les pongo aquí, de nuevo, el video que tuvo 65.300 visitas en Tic-Toc en un par de días.
Miren, yo siento que vivo en un país en donde no merece la pena pagar impuestos. Yo tengo 77 años y necesité, por una vez en mi vida, a la policía, a mi policía. Y no apareció. ¿Para qué pagar? Confieso que dudé el día 30 de junio si abonar el primer plazo de la declaración de la renta. Pero si no pago, la todopoderosa Agencia Tributaria, que tiene encima de su chepa una denuncia de calado internacional interpuesta por un despacho americano por abusadora y desproporcionada, se te echa encima. Ellos tienen todos los derechos, tú ninguno. En España, donde contamos con un sistema judicial muy garantista, cuando se pierden todos los derechos del ciudadano, que es un presunto delincuente a la hora de pagar impuestos, es cuando litigas contra la Agencia Tributaria. Tienes que tener dinero y contratar a muy buenos abogados para ganarle. Si no lo tienes, pierdes siempre, porque ellos cuentan con la presunción de certeza. Miren, en Alcalá de Henares, la policía cargó con violencia contra los manifestantes.
Me recordó a los “grises” de Franco cuando machacaban a los estudiantes discrepantes con el régimen de Franco en la Ciudad Universitaria de Madrid o aquí mismo, en La Laguna. ¿Tanto daño hacían los manifestantes? Yo vi a unos chicos agarrados a una valla, para refugiarse de la carga, y, sin más ni más, los agentes los aporreaban. ¿Pero esto qué es? ¿Qué tantas Españas está creando este Gobierno de mierda? ¿Por qué este tiparraco no se va de una vez y nos deja en paz? ¿Hasta cuándo va a durar todo esto? ¿Por qué estas imágenes no se envían a Europa? ¿Quizá porque Europa no sirve para nada? Tenemos un presidente cuya familia política explotaba saunas gay y lupanares que merecen la portada del Times de Londres, el prestigioso diario. Somos el hazmerreír del mundo. Hoy se publica en este periódico la noticia de las medidas anticorrupción de Sánchez. Son falsas, como para echarse a reír. El mundo ha llegado a tal grado de disparate que en las redes hay un video en el que una loca se lanza, como una posesa, a una fuente pública porque un pato pretendía montarse a una pata y ella lo quería impedir, incluso gritándole al pato y llamándolo abusador. No me invento nada. ¿A qué grado ha llegado este feminismo bobalicón, impropio de personas normales? ¿Por qué la gente tiene que dormir una noche en comisaría tras una denuncia por un presunto acoso, aunque sea falsa? ¿Dónde está el Estado de Derecho? ¿Qué nos está pasando? Anoche, Íker Jiménez denunciaba muchas de estas cosas en su programa Horizonte y fue trending topic. La gente está harta. Se están organizando patrullas ciudadanas en toda España –más de 50 ya— ante la inacción de la policía, para que la gente joven puede regresar a casa sin ser agredida a la salida de una discoteca. Los delitos cometidos por inmigrantes se silencian de manera escandalosa. ¿Qué nos está pasando? Y cuando no les gusta una denuncia a los que están mandando en el país, largan la consabida frase: “Cosas de la extrema derecha, de la fachosfera”. Y les mandan a la policía para reprimirlos. España no reacciona ni ante los abusos de Hacienda, ni ante los disparates del Gobierno, ni ante las mentiras de Sánchez, ni ante la inmoralidad de su familia, con su mujer y su hermano y sus principales colaboradores imputados (ahora se dice investigados) por delitos graves. ¿Qué está ocurriendo en este país?
