La hora de Lope

Lope Afonso ha sido proclamado –por unanimidad— presidente insular del PP. Lope procede de una familia estupenda del Puerto de la Cruz, gente honrada y trabajadora. Su hermano es el actual alcalde portuense y Lope fue el primer alcalde del PP en su pueblo. Le viene de familia el amor a la política. Es pariente de Paco Afonso, el recordado líder socialista, alcalde del Puerto, gobernador civil y fallecido en el trágico incendio de La Gomera de 1984, cuando estaba realizando su trabajo. Otra excelente persona y un político que prometía mucho y que falleció prematuramente. Un buen tipo. Lope lo hará bien como presidente insular del PP, que ayer celebró su congreso insular en Santa Cruz –el décimo—y que eligió secretario general a David Crego –conocido en su casa, a la hora de comer— y a Luisi Castro, la combativa ex alcaldesa de Güímar,  ahora coordinadora insular, un puesto que me parece que se inventó en su día para Lope, una vez que superó, en segunda instancia, una injusta condena de inhabilitación, en el ejercicio de sus funciones de alcalde, condena que en apelación resultó revocada por la Audiencia Provincial o por el TSJC, que no me acuerdo bien. Pues yo me alegro mucho del ascenso político de Lope, que seguirá trabajando como vicepresidente primero del Cabildo Insular de Tenerife, donde ha demostrado ya su talante político y sus condiciones moderadas. Estuvo aquí ayer Cuca Gamarra, monocorde en su discurso, y asistió al congreso, como no podía ser menos, Manolo Domínguez, presidente regional del PP, que ha aprendido mucho en estos años. Menos a coger el teléfono. Para el PP es importante este ascenso de Lope, que lo fue por aclamación, sin recibir un solo voto en contra. El congreso fue una balsa de aceite y no hubo en él novedades reseñables. Ahora, a esperar al nacional, a ver qué tal se desarrolla y si Feijóo se atreve a hacer cambios en el equipo dirigente, en el que no pueden faltar ni Isabel Díaz Ayuso ni Cayetana Álvarez de Toledo, que ahora que parece que tiene un novio periodista está más elegante y resplandeciente que nunca. Plena de erudición. Porque, además, su pareja es un buen periodista. Y ella, la marquesa de Casa Fuerte, es una mujer culta y una excelente parlamentaria. No digo nada de Ayuso, a la que le tengo mucha admiración. Bueno, pues eso es lo que les quería contar. Aquí, en la isla, ha llegado la hora de Lope.