La guerra de las fotos

Enfermos terminales con parálisis cerebral, cuerpos deteriorados por enfermedades graves, niños con gravísimas dolencias que nada tienen que ver con la guerra, todas esas fotos están siendo utilizadas desde Gaza, asociándolas con ataques israelíes falsos. Este es el periodismo que vivimos hoy, al margen de que algunas situaciones en la franja pueden estar siendo de extrema gravedad y de que es deseable que el conflicto termine cuanto antes. Pero Israel nunca dará por concluida esta guerra hasta que no acabe con Hamás, porque los terroristas de este grupo sufragado por Irán cruzaron la línea roja: rajaron bebés en los kibutz israelíes, asesinaron a sus padres, tomaron rehenes que no han sido devueltos o que han sido torturados y asesinados y atentaron contra personas inocentes que asistían a un concierto. ¿Que han existido situaciones injustas? Por supuesto. Pero lo que ha hecho Israel es intentar, eso sí, a un coste propio muy alto, eliminar a unos asesinos sin piedad. Con sus terribles daños colaterales. Hay que verlo para creerlo. Hamás es una organización mafiosa y asesina, compuesta por lo peor del mercado del crimen, que ha causado gravísimos daños a ciudadanos israelíes que no eran militares, ni les estaban atacando. Solo mataron por matar. Y esto no se puede permitir, con el mundo a favor o con el mundo en contra. Y reconocer Palestina no es la solución. Reconocer Palestina como Estado supone otro problema, no la resolución del conflicto. ¿Qué Israel se ha excedido? Puede ser, es cuestión de opiniones. Pero el exceso no se justifica colocando una foto de un niño enfermo terminal en la portada de un rotativo importante americano, como si fuera la secuela de una guerra, para impresionar a los lectores de todo el mundo. Eso es mentir a la opinión pública y ofrecer una imagen falsa de lo que está ocurriendo en Gaza. Los camiones que están esperando en el paso de Rafat, en la frontera con Egipto, cargados de alimentos, y que Israel supuestamente no deja entrar, se los apropia Hamás, nada más entrar en Gaza, que comercia con la ayuda humanitaria. Hasta que esto no deje de ocurrir y sean realmente las ONGs las que se hagan cargo del reparto y Hamás haya sido eliminada, esos camiones lo que hacen es aumentar el poderío económico de los terroristas. Hay que eliminar el terror cuanto antes, esto es lo que debería pedir el mundo. Naturalmente que existe una población que sufre, pero no es Israel el culpable. El culpable es el propio terror y el terror pertenece a Hamás, que pasó una peligrosa frontera y que sabía que esta masacre era inevitable tras su abominable ataque contra inocentes. Porque, tristemente, en las guerras los daños colaterales son comunes, por mucho que nos duelan y nos consternen.