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La Guardia Costera de los Estados Unidos completó ayer la descarga de un cargamento sin precedentes de drogas confiscadas en aguas internacionales, trasladado hasta el puerto de Port Everglades, en Fort Lauderdale. Se trata de la mayor incautación en los más de 110 años de historia del servicio, con aproximadamente 28 090 kg de cocaína y 6 530 kg de marihuana, valorados en unos 473 millones de dólares, según fuentes oficiales del cuerpo.
La operación representa una victoria histórica en la guerra contra el narcotráfico por mar. Adam Chamie, responsable del distrito sureste de la Guardia Costera, señaló que, si cada dosis de cocaína se aprovisionara de forma letal, la cantidad incautada podría provocar más de 23 millones de sobredosis mortales, equivalentes a la población total de Florida. Con este hito, se supera ampliamente el récord anterior, de 27 toneladas de droga, realizado en 2021.
La enorme carga fue fruto de 19 acciones coordinadas entre el 26 de junio y el 18 de agosto, en aguas del Pacífico oriental y el Caribe. En estas acciones participaron tres patrulleros de la Guardia Costera —entre ellos el Hamilton—, dos buques de la Marina estadounidense, un navío neerlandés y numerosas agencias e instancias de seguridad, formando una operación internacional.
El capitán John B. McWhite, al mando del Hamilton, destacó que su tripulación interceptó 11 embarcaciones rápidas y detuvo a 34 sospechosos. “Esto representa una victoria fundamental frente a las organizaciones criminales transnacionales, y subraya nuestro compromiso para proteger al país del tráfico ilícito y sus devastadores efectos”, afirmó.
Este operativo refuerza el mensaje del gobierno estadounidense sobre su empeño por intensificar la lucha antidrogas en alta mar. Se ha anunciado un aumento de las operaciones y una ampliación de los recursos dedicados a interceptar y desarticular envíos de cocaína y marihuana que sirven de financiamiento a carteles criminales y a la proliferación de fentanilo.