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Pues entonces de lo que vamos a hablar será de minucias. Miles de millones me parece mucho, serán decenas de millones, digo yo. Alrededor de 15.000 euros costará este año sólo la comida y la bebida de Sánchez e invitados en la residencia real de La Mareta, indebidamente ocupada por el presidente del Gobierno, cuya estancia al parecer transgrede el fin para el que el rey Juan Carlos legó la mansión de su propiedad al Patrimonio Nacional. Al presidente del Ejecutivo no le corresponde ocuparla y menos a su familia y amigos. El gran aparato logístico del que se hace acompañar el presidente incluye cocineros, camareros y camareras, personal de seguridad (y sus dietas por desplazamiento), locomoción, etcétera. Mientras un español medio se gasta 1.125 euros en sus vacaciones, según estadísticas oficiales, Sánchez podría superar los 100.000, si se cuenta toda la parafernalia a su alrededor, que incluye hasta buzos de la Guardia Civil y una patrullera de la Armada, que da vueltas en torno a su lugar de residencia, con una larga superficie marina acotada y prohibida a los bañistas y usuarios de embarcaciones de recreo.

Además de lo que se le ha pagado a la familia de Chanito Franquis, el diputado regional socialista, cuya empresa familiar arregló los jardines, limpió los jacuzzi y las piscinas y adecentó La Mareta, antes de que llegara la familia Cebolleta. Además de lavar bragas y gayumbos a la referida familia durante su estancia. El día 24 se acaba el calvario al que Sánchez ha sometido a los lanzaroteños y a los turistas. No se ha atrevido a salir de La Mareta, al menos que se sepa, y hay una partida que La Moncloa no revela, referida a “otros gastos” del presidente, que llega a los 11.000 euros. Por La Mareta han pasado, o pasarán esta semana, amigos de Sánchez como Almodóvar, Zapatero, Illa, etcétera, más familiares del presidente –sus padres— y de su mujer, un hermano de Begoña, además de las dos hijas del matrimonio Sánchez y algunas amigas de éstas. Como ven, unas buenas vacaciones pagadas. Están prohibidas las fotos, aunque OK Diario, por ejemplo, ha logrado sacar a Magdalena, la madre de Sánchez, y al propio presidente, en el interior del palacete costero de La Mareta. Parece que el domingo van a regresar a Madrid, al menos lo hará Sánchez, porque el martes está previsto un Consejo de Ministros. No parece moral que el Falcon militar vuelva más tarde a recoger al resto de la familia, entre otras cosas porque sería como utilizar para fines particulares una aeronave del Estado. Aunque ya se sabe que este presidente es laxo de conciencia. Los sátrapas no conocen la moral. La estancia “corriente” del presidente y de su familia en La Mareta nos costará alrededor de 28.000 euros, sin contar los sueldos y las dietas de los escoltas y de los guardias civiles, repito. Se estima que el coste total de las vacaciones de Sánchez suba, como he dicho, hasta los 100.000 euros, si tenemos en cuenta el combustible del Falcon y de una patrullera de la Armada, además de otros gastos sin revelar, que suman unos 11.000 euros y que no se detallan a Transparencia. Les hablo en El Volantín Trepador de un libro del periodista Joaquín Abad, viejo conocido, que saldrá el 4 de septiembre y que promete ser muy interesante. Hago una amplia referencia de su contenido en el artículo citado, de acuerdo con una conversación mantenida entre el autor y la periodista nicaragüense Laura Rodríguez, en Internet. No se lo pierdan.

En esta conversación se dice que si Maduro cae, en el interrogatorio que le hagan al sátrapa en USA, el fiscal americano extraerá jugosas conclusiones de la relación entre el supuesto jefe del Cártel de los Soles con personalidades españolas. Si habla Maduro, por diversas razones, Sánchez y Zapatero van a tener un disgusto, ya lo verán. Y la “extracción” de Maduro me da a mí que está próxima, por mucho que se empeñe un periódico español, el de siempre, en defender al sátrapa, sin tener en cuenta el hecho de que está inundando de droga los Estados Unidos y de que Trump no tiene otro remedio que apartarlo del poder cuanto antes, a él y a sus secuaces. Por cierto, ¿quién iba a bordo de un avión oficial venezolano que partió de Caracas a La Habana y que fue obligado a regresar a su aeropuerto de origen por un avión de la Fuerza Aérea USA? ¿Iba a bordo Maduro? ¿Está soltando lastre? Tan misterioso como el avión de Delcy.

Y más cosas, un rumor, aún no confirmado, dice que ha sido detenida la hija de Díaz-Canel, presidente cubano, con lingotes de oro, en la frontera entre Bolivia y Argentina, por parte de las autoridades argentinas. 20 kilos en oro.

Y el hijo de Díaz-Canel, esto ya no es un rumor, se ha comprado un enorme complejo vacacional en Aruba y un chalet de lujo por importe de varios millones de dólares en dicha isla holandesa. ¿Preparando la huida? Todos acaban en el Caribe, alrededor de la República Dominicana. Dicen que allí acabará Sánchez, lo dice también Joaquín Abad en su entrevista con Laura Rodríguez. Todo está podrido. Abad dice que Sánchez dispondrá de “miles de millones”. ¿De dólares? Joder, pues si es verdad ha aprovechado el tiempo. Más bien serían docenas de millones, aunque yo no sé nada, lo dice Abad. Ay, mi madre. ¿De dónde los sacaría? ¿Se los prestan Zapatero y sus amigos chinos o qué?