Israel

Fíjense ustedes si a Sánchez lo detestan en su propio país que los espectadores españoles votaron en masa, casi, a Israel en Eurovisión. Es un castigo a Sánchez, no un premio a Israel. Todas las canciones fueron abominables pero la puesta en escena era muy buena. España, a la cola, como siempre. Como le decía Franco a su mujer: “No nos quieren fuera, Carmen”. Coño, mi general, ¿cómo quiere que le quieran si era usted un puto dictador? No abuse, hombre. Bastante que lo aguantaron los españoles, aunque yo creo que más difícil es soportar a Sanchón, que apunta maneras, no crea usted, excelencia. A Sánchez lo abuchean en las calles, y esto no tiene solución, será para siempre (como ocurre ahora con Zapatero) y votan a Israel para joderlo y no por los méritos de canción y cantante de ese país, que fue segundo, mientras España, como cada año, descendía a los infiernos. Yo creo que Eurovisión debería llevar de jurado a Sánchez, a la Bego, a Napoleonchu, al Sochantre Bolaños, a Sanchito chico, a la Tucán gallega y a Mazú. Ah, y a Ábalos, a Koldo, a Santos Cerdán e incluso a Aldama, que llegó a Ibiza en avión privado. Y así tendrían los sociatas el festival en sus manos, con algún voto en contra, igual que lo que quieren hacer Sánchez y el Sochantre con la judicatura: colonizarla, como colonizaron al TC de Conde-Pumpido, que es un tribunal de instancia socialista, capaz de indultar al Gallo de Morón. El Gallo de Morón, por cierto, tiene que ver con la paliza que el pueblo andaluz le dio a un recaudador de impuestos, a un juez o a un corregidor abusador, que la historia no está clara. Yo tampoco tengo muy claro el suceso, pero lo cierto es que el símbolo del pueblo es un gallo desplumado y flacuchento, que da la bienvenida y la despedida a quienes se acercan por el lugar. En fin, Israel se vengó de Sánchez con una canción que estuvo a punto de ganar el festival, mientras que Melody RTVE se quedó allá abajo, la antepenúltima, o algo así. Nosotros, desde Massiel, no levantamos cabeza. Y Massiel, que rechazó la Orden de Isabel la Católica de Franco, sí aceptó la Medalla del 2 de Mayo de Ayuso. ¿Te das cuenta, Sanchón, de que no te quiere nadie? Ay.